La celebración del Día Nacional en Suiza se vio opacada este viernes por un anuncio inesperado: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso un arancel del 39% a todos los productos suizos importados, una de las tasas más altas decretadas por su administración en su nueva ofensiva comercial.
La presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, reveló que había sostenido conversaciones con Trump un día antes, pero que no lograron alcanzar un acuerdo:
“La cifra fue una sorpresa total. Creíamos haber llegado a un entendimiento el mes pasado, pero claramente no fue aprobado por el presidente”.
El nuevo gravamen —que entrará en vigor el próximo 7 de agosto— afecta a productos clave de exportación como relojes de lujo, productos farmacéuticos, instrumentos de precisión, chocolate y cápsulas de café. El golpe es especialmente severo para Suiza, que había eliminado en 2024 todos los aranceles sobre bienes industriales, mientras que países como el Reino Unido y la Unión Europea negociaron tasas mucho más bajas, del 10% y 15% respectivamente.
La medida ha generado desconcierto entre empresarios e inversionistas. Las acciones de Watches of Switzerland, una de las firmas relojeras más importantes del país, se desplomaron más del 6% en la bolsa de Londres, alcanzando su nivel más bajo en años. La Federación de la Industria Relojera Suiza calificó el arancel como “especialmente injusto”, considerando que Suiza ya había eliminado sus propias barreras comerciales.
Por su parte, Chocosuisse, la asociación que agrupa a los fabricantes de chocolate suizo, advirtió que las pequeñas y medianas empresas serán las más golpeadas. Su director ejecutivo, Roger Wehrli, alertó que, al sumar el tipo de cambio actual (1 dólar equivale a 1.23 francos suizos), el sobrecosto podría acercarse al 50% para las empresas exportadoras.
Las farmacéuticas suizas también han sido afectadas. El jueves, el gobierno estadounidense envió cartas a compañías como Roche y Novartis, exigiendo reducir los precios de sus medicamentos en el mercado estadounidense. Ambas empresas aseguraron estar revisando el impacto de la orden ejecutiva de Trump y reafirmaron su compromiso con el acceso y la asequibilidad de sus productos.
Motivo: el déficit comercial
De acuerdo con Keller-Sutter, el presidente Trump justificó el arancel con base en el déficit comercial bilateral, que en 2024 alcanzó los 38,500 millones de dólares, un incremento del 56.9% respecto al año anterior. Afirmó la mandataria suiza:
“Trump parecía obsesionado con el déficit y eligió una cifra que lo redondeara”.
Sin embargo, expertos como Stefan Legge, del Instituto de Derecho y Economía de Suiza, señalaron que buena parte del déficit se debe a exportaciones de oro refinado —libres de arancel—, y que no reflejan adecuadamente la dinámica comercial entre ambos países.
La orden ejecutiva de Trump afecta también a 66 países, incluidas potencias económicas como la Unión Europea, Taiwán y el Reino Unido, en lo que parece ser una nueva fase de su política de “América Primero”. Solo Laos, Myanmar y Siria enfrentan aranceles superiores al 39% impuesto a Suiza.
Con menos de una semana para negociar, las autoridades suizas han iniciado una revisión urgente de la estrategia comercial. Advirtió Keller-Sutter:
“Intentaremos hallar una solución. No puedo prometer resultados, pero el daño a nuestra economía ya está en marcha”.
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