Bebidas con azúcar pagarán impuesto de 3.08 pesos por litro; las ‘light’, de 1.50

México es uno de los países con mayor consumo de refrescos en el mundo, con un promedio de 166 litros por persona al año

El Gobierno de México y la industria refresquera alcanzaron un acuerdo histórico para reducir el consumo de azúcar entre la población y enfrentar la crisis de salud pública derivada de enfermedades como la diabetes y la hipertensión. El convenio, anunciado este miércoles por la presidenta Claudia Sheinbaum, establece que las bebidas azucaradas pagarán un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de 3.08 pesos por litro, mientras que las versiones “light” o con endulzantes no calóricos tendrán un gravamen menor, de 1.50 pesos por litro.

La mandataria informó que el pacto fue cerrado en coordinación con las secretarías de Salud y Hacienda, así como con empresarios de la industria, quienes presentarán la propuesta ante la Cámara de Diputados. “Lo que nos interesa es la salud. Buscamos que el contenido de azúcares en los refrescos baje”, declaró Sheinbaum desde Palacio Nacional.

Durante la conferencia de prensa, Eduardo Clark, subsecretario de Integración Sectorial y Coordinación de Servicios de Atención Médica, explicó que el nuevo esquema fiscal busca desincentivar el consumo de bebidas azucaradas.

“México enfrenta una crisis grave derivada del alto consumo de ultraprocesados. Las enfermedades crónicas no transmisibles asociadas a la mala alimentación nos tienen en una franja crítica de salud pública”, advirtió.

El funcionario subrayó que, por primera vez, se impondrá un impuesto también a los endulzantes y edulcorantes no calóricos, aunque con una carga menor que la de los productos con azúcar.

Por parte del sector empresarial, Andrés Massieu Fernández, representante de la Asociación Mexicana de Bebidas, detalló cuatro compromisos centrales:

  1. Reformular productos y ofrecer nuevas presentaciones con menos azúcar.
  2. Ampliar la oferta de bebidas bajas o sin calorías.
  3. Impulsar el mercado de bebidas reducidas en azúcar.
  4. Fortalecer la autorregulación en la publicidad dirigida al consumidor.

En tanto, Coca-Cola México anunció que reducirá en 30% las calorías de sus productos, comenzando por las presentaciones más grandes, y colaborará con la Secretaría de Salud en un proyecto piloto para promover el consumo de bebidas bajas en calorías.

El presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, confirmó que sostuvo una reunión con el secretario de Salud, David Kershenobich, para revisar los detalles de la propuesta, que impactará en la Ley del IEPS y la Ley de Ingresos 2026.

México, a la cabeza en consumo de refrescos y diabetes

El aumento al IEPS se enmarca en un contexto alarmante: México es uno de los países con mayor consumo de refrescos en el mundo, con un promedio de 166 litros por persona al año, y lidera los índices de diabetes atribuible a bebidas azucaradas entre las 30 naciones más pobladas, según un estudio publicado en Nature Medicine.

El gobierno federal estima que la medida reducirá en 7% el consumo de bebidas azucaradas en los próximos dos años. Desde la creación del impuesto en 2014 —entonces de un peso por litro— el consumo disminuyó casi 10% en su segundo año de aplicación.

Con el nuevo acuerdo, el Ejecutivo federal busca consolidar una política de salud pública sostenida y, al mismo tiempo, incentivar una transformación dentro de la industria de bebidas procesadas.

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Fotos: Redes

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