En un clima de tensiones comerciales aún latentes pero con señales de distensión, representantes de China y Estados Unidos sostuvieron en Estocolmo una nueva ronda de conversaciones económicas y comerciales que, según autoridades chinas, fueron “profundas, francas y constructivas”.
Li Chenggang, viceministro de Comercio de China y representante de comercio internacional, declaró ante la prensa que ambos países revisaron los avances logrados desde los encuentros de Ginebra y Londres, confirmando su voluntad de continuar con el diálogo para garantizar relaciones económicas “estables y sólidas”.
Uno de los temas centrales fue la posible extensión de la pausa en los aranceles recíprocos. Actualmente, ambos países mantienen suspendidos aranceles del 24 % que forman parte de una guerra comercial que escaló a inicios de este año, cuando el gobierno de Donald Trump impuso un 10 % a las importaciones chinas, cifra que creció progresivamente hasta alcanzar un 145 %. China respondió con gravámenes del 125 % a productos estadounidenses.
EE.UU. habría levantado restricciones
En paralelo, fuentes citadas por el Financial Times revelaron que la administración Trump ha ordenado una suspensión temporal de las restricciones a la exportación de tecnología hacia China. La medida, aunque no oficializada públicamente, busca facilitar las negociaciones bilaterales y garantizar una futura reunión entre los presidentes Trump y Xi Jinping.
Funcionarios estadounidenses habrían recomendado moderación a la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio, ante el temor de represalias chinas, especialmente en sectores estratégicos como los metales raros e imanes. La posibilidad de que Pekín imponga nuevas restricciones a estas exportaciones clave ha despertado inquietud en Washington.
Aunque ambas partes han acordado mantener los aranceles en niveles reducidos del 10 % desde el 14 de mayo, persisten acusaciones mutuas sobre violaciones a acuerdos previos, particularmente en torno a la supuesta implicación china en la producción y exportación de fentanilo, lo que ha motivado que Estados Unidos mantenga un arancel adicional del 20 %.
Pese a estas fricciones, Li Chenggang enfatizó que los equipos económicos seguirán en contacto estrecho para avanzar en una agenda de “desarrollo estable y saludable” de los vínculos bilaterales. Las próximas semanas serán clave para medir si estas señales de entendimiento logran frenar una nueva escalada en la guerra comercial más importante del mundo.
También puedes leer: China y Estados Unidos reanudan negociaciones comerciales en medio del daño causado por la guerra arancelaria de Trump
Foto: Redes