El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este miércoles que propondrá una respuesta conjunta de los países BRICS ante los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos, en particular los gravámenes del 50 % a productos brasileños e indios. Declaró Lula a la agencia Reuters, al referirse a los líderes de India y China:
“Intentaré conversar con ellos sobre la perspectiva de cada país y sus implicaciones para cada uno, para que podamos tomar una decisión”.
El mandatario dejó claro que, por ahora, no contempla un diálogo directo con el presidente Donald Trump, artífice de los aranceles:
“El día que mi intuición me diga que Trump está listo para hablar, no dudaré en llamarlo. Pero hoy mi intuición me dice que no quiere hablar. Y no voy a humillarme”.
Los aranceles estadounidenses, que afectan a Brasil e India por supuestas importaciones de productos rusos, han generado una oleada de críticas en el seno del bloque. Aunque Lula descartó represalias comerciales inmediatas, subrayó que su gobierno ya trabaja en medidas internas para amortiguar el impacto económico, sin comprometer la responsabilidad fiscal del país.

Críticas al dólar y tensiones geoeconómicas
Más allá del conflicto arancelario, el presidente brasileño volvió a poner en el centro del debate global la necesidad de una nueva arquitectura financiera:
“No voy a renunciar a la idea de que necesitamos construir una moneda alternativa para poder comerciar con otros países. No necesito quedarme subordinado al dólar”.
Estas declaraciones se alinean con la agenda impulsada por varios miembros de los BRICS, quienes desde hace meses exploran la creación de una divisa común para el comercio internacional, al margen de la moneda estadounidense.
Aunque Washington no ha hecho comentarios oficiales sobre este debate monetario, analistas brasileños apuntan que el impulso del bloque para independizarse del dólar podría estar detrás de las recientes sanciones comerciales.
Durante la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro en julio pasado, Trump no ocultó su malestar con la propuesta de desdolarización y amenazó con represalias económicas contra los países que avancen en esa dirección.

Estrategia regional y reconfiguración global
Lula busca ahora capitalizar el malestar compartido en el bloque para fortalecer la coordinación política entre los BRICS frente a lo que considera una ofensiva unilateral de Washington. De concretarse una respuesta conjunta, podría marcar un punto de inflexión en el equilibrio de poder económico global y dar impulso a las aspiraciones del grupo por un orden multilateral más equitativo.
En medio de crecientes tensiones comerciales y monetarias, el mensaje de Lula es claro: Brasil no cederá a presiones externas ni permitirá que su soberanía económica se vea condicionada por intereses ajenos.
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