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¿Qué efectos financieros esperar del nuevo plazo de 90 días de acuerdo comercial vigente México-EE.UU.?

La prórroga de 90 días en el acuerdo comercial Sheinbaum-Trump ofrece un respiro a los mercados mexicanos, calmando la incertidumbre.

31 DE JULIO DE 2025. Tras el anuncio bipartita de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y del titular del ejecutivo de EE.UU. Donald Trump, sobre la extensión de 90 días al acuerdo comercial vigente, los mercados financieros —particularmente el tipo de cambio y la Bolsa Mexicana de Valores— reaccionaron con cierta estabilidad.

El peso mexicano recuperó terreno frente al dólar tras mostrar inquietud en jornadas previas, y el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana mostró una tendencia a la recuperación moderada, reflejando alivio por la ausencia de una escalada inmediata de aranceles. A pesar del entorno de incertidumbre, el diferimiento de nuevos aranceles y la eliminación temporal de barreras no arancelarias ayudaron a calmar a los inversionistas y exportadores mexicanos.

Señales vigentes de la economía mexicana

De acuerdo con los indicadores recientes publicados por Banxico y el INEGI, la economía mexicana mantiene un ritmo de crecimiento moderado:

El PIB creció 0.7% en el segundo trimestre de 2025 respecto al trimestre anterior, impulsado por los sectores secundario (industrial) y terciario (servicios), aunque el sector primario (agropecuario) se contrajo 1.3%. El crecimiento anual estimado es de 1.2%.

Banxico recientemente bajó su tasa de referencia a 8.0% en julio de 2025, atendiendo a la desaceleración inflacionaria y un crecimiento económico débil pero persistente. La inflación se mantiene cerca del objetivo del 3%.

Los indicadores de inversión extranjera y balanza de pagos muestran ligera contracción, pero permanecen en terreno positivo, y el tipo de cambio ha mostrado volatilidad pero sin rupturas abruptas.

Índices como la confianza del consumidor y la actividad comercial, según INEGI, presentan avances moderados, aunque aún reflejan cautela y desaceleración en algunas regiones y sectores.

A lo largo de los últimos meses, México ha enfrentado presiones externas, en particular por los cambios en la demanda global, en gran medida emanados de la nueva política comercial estadounidense. Si bien la economía logró evitar una recesión técnica, el avance ha sido modesto, acompañado de episodios de volatilidad cambiaria y caídas puntuales en inversión, especialmente en sectores vinculados al comercio exterior y la manufactura. Banxico ha optado por flexibilizar la política monetaria para estimular la actividad, pero advierte sobre los riesgos derivados de factores internacionales, principalmente los aranceles estadounidenses y la incertidumbre geopolítica.

¿Qué efectos probables esperar a mediano plazo a partir de este nuevo aplazamiento arancelario de 90 días?

El plazo de 90 días de prórroga negociado representa una ventana crucial para que México y Estados Unidos avancen hacia un acuerdo comercial más estable. En el corto y mediano plazo, es probable que:

Tipo de cambio: Lo más probable es que, si el país no enfrenta nuevas disrupciones económicas o puestas en entredicho, el peso mexicano conserve relativa estabilidad, con episodios de volatilidad ligada a noticias sobre las negociaciones y la evolución de los aranceles, pero sin rupturas abruptas mientras se mantenga la pausa y la buena disposición al diálogo.

Inversión y producción: Los flujos de inversión y la actividad industrial podrían mantenerse contenidos, ya que las empresas preferirán esperar certidumbre antes de realizar proyectos mayores. Sin embargo, la certeza temporal ayuda a evitar salidas abruptas de capital y disrupciones logísticas.

Inflación: Se espera que la inflación continúe convergiendo al objetivo del banco central, dado que la prórroga evita incrementos inmediatos en costos de importación.

Confianza empresarial y consumo: La prórroga puede mejorar moderadamente las expectativas, sobre todo si en el periodo se perfilan soluciones de más largo plazo.

En conclusión, el acuerdo de extensión ofrece un respiro temporal, pospone riesgos mayúsculos y genera un entorno para negociar. Sin embargo, la economía mexicana seguirá bajo vigilancia mientras persistan las amenazas arancelarias y la presión para modificar las reglas comerciales. El mayor impacto estructural dependerá del resultado de las negociaciones en el periodo de 90 días: un fracaso podría traducirse en mayor volatilidad y desaceleración, mientras que un acuerdo definitivo daría impulso renovado a la economía mexicana.

FOTOGRAFÍA: ESPECIAL

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