Brasil denuncia ante la OMC “violación flagrante” de EE.UU. por aranceles arbitrarios y plantea represalias
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva advirtió que no dudará en aplicar medidas espejo para proteger los intereses de las empresas brasileñas
El Gobierno de Brasil denunció este miércoles ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los aranceles “arbitrarios” impuestos por Estados Unidos, los cuales calificó como una “violación flagrante” a las normas que rigen el comercio internacional. La postura brasileña surge a días de que entre en vigor una medida arancelaria de hasta el 50% a productos brasileños, ordenada por el presidente estadounidense Donald Trump.
Durante una reunión celebrada en Ginebra, el secretario de Asuntos Económicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Philip Fox-Drummond Gough, advirtió que las decisiones unilaterales de Washington están “interrumpiendo las cadenas de valor globales” y amenazan con arrastrar a la economía mundial “a una espiral de precios altos y estancamiento”. Ante representantes de más de 160 países, acusó Gough:
“Estos aranceles arbitrarios, anunciados e implementados de forma caótica, son extremadamente peligrosos y reflejan un cambio preocupante en el uso del comercio internacional como herramienta para interferir en los asuntos internos de otros países”.
El diplomático dejó claro que Brasil se reserva el derecho de utilizar “todos los medios legales disponibles” para defender su economía, incluida la vía de mediación formal en la OMC, y no descartó medidas recíprocas si la política comercial de Trump continúa en esta línea de presión.
Lula responde con diplomacia, pero advierte represalias
Desde Brasilia, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva respaldó la postura del Ministerio de Exteriores y reafirmó que su gobierno prioriza el diálogo y el multilateralismo. Sin embargo, advirtió que, de persistir las acciones de Trump, su administración no dudará en aplicar medidas espejo para proteger los intereses de las empresas brasileñas. Expresó Lula:
“Brasil no se dejará chantajear ni permitirá que se utilice el comercio como una palanca de intimidación política”.
Según fuentes diplomáticas, Brasil analiza activar mecanismos de defensa comercial y subsidios dirigidos a los sectores más vulnerables a las nuevas tarifas.
Sospechas de trasfondo político
En medio de la tensión, crecen las sospechas de que el endurecimiento arancelario de Trump podría estar motivado por intereses políticos, en particular por la supuesta intención de presionar al gobierno de Lula para que intervenga a favor del expresidente Jair Bolsonaro, actualmente investigado por su papel en un presunto intento de golpe de Estado.
El señalamiento fue mencionado por analistas del Itamaraty (cancillería brasileña), quienes no descartan que Washington busque obtener concesiones diplomáticas mediante presiones comerciales, una estrategia que podría comprometer la independencia judicial de Brasil si se concreta.
De momento, las negociaciones bilaterales entre Brasilia y Washington se encuentran en punto muerto, y el gobierno brasileño acelera sus consultas con otros países afectados por políticas similares de EE.UU., con el objetivo de impulsar una respuesta colectiva en el seno de la OMC. Concluyó el canciller Mauro Vieira desde la sede del Palacio de Itamaraty:
“No vamos a ceder a amenazas, Brasil va a defender su soberanía y su desarrollo con firmeza y legalidad”.