Casi 800 palestinos asesinados mientras buscaban comida en Gaza, señala la ONU

La ONU reporta asesinatos masivos en puntos de ayuda controlados por Israel.

La tragedia del hambre en Gaza alcanza cifras desgarradoras. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), al menos 798 personas han muerto desde finales de mayo al intentar acceder a alimentos en convoyes de ayuda y centros de distribución gestionados por la controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una estructura paralela al sistema de la ONU impuesta por Israel con apoyo estadounidense.

De esas muertes, 615 ocurrieron directamente en las cercanías de puntos operados por la GHF, y otras 183 se registraron en las rutas hacia los convoyes de asistencia, informó este viernes la vocera del ACNUDH, Ravina Shamdasani, desde Ginebra.

La GHF fue presentada por Israel como un reemplazo al sistema de ayuda de Naciones Unidas, bajo el argumento de que Hamás desviaba recursos. Sin embargo, hasta la fecha, la ONU afirma que no existen pruebas que sustenten esa acusación. En cambio, organizaciones de derechos humanos han señalado que esta fundación viola principios básicos de la ayuda humanitaria, al militarizar la distribución y convertir la asistencia en una herramienta de guerra.

Mientras el sistema de la ONU gestionaba 400 centros de entrega en zonas no militarizadas, la GHF controla solo cuatro zonas con vigilancia de mercenarios estadounidenses. La fundación negó los datos de la ONU, calificándolos de “falsos y engañosos”, y responsabilizó a los convoyes de Naciones Unidas por los ataques más mortales. Sin embargo, en Gaza, la GHF se ha hecho tristemente célebre por los tiroteos diarios contra palestinos hambrientos, obligados a seguir rutas peligrosas y largas caminatas bajo fuego cruzado, sin ninguna garantía de seguridad.

El colapso sanitario es ya evidente. Médicos Sin Fronteras reportó este viernes que los casos de desnutrición aguda en su clínica de Ciudad de Gaza se han cuadruplicado en los últimos dos meses. A esto se suman los bombardeos y ataques armados que siguen cobrando vidas.

En Rafah, al menos 10 personas murieron y más de 60 resultaron heridas cuando soldados israelíes dispararon contra una multitud. El hospital Nasser, uno de los pocos aún en funcionamiento, luchó por atender a los heridos entre escasez de medicamentos y hacinamiento extremo, según el jefe de pediatría, Ahmad al-Farra.

Los ataques no cesaron durante la noche: 15 palestinos fueron asesinados por bombardeos israelíes en el norte de Gaza, incluido un ataque contra una escuela-refugio. El personal médico informó que varios pacientes llegaron con heridas de bala, mientras el hospital enfrentaba amenazas de quedar sin combustible en 48 horas.

Alrededor del hospital se levantan campamentos de desplazados. Testigos denunciaron que tanques israelíes dispararon gases lacrimógenos contra las tiendas, y que soldados entraron a un cementerio para exhumar cadáveres, en una escena que evoca crímenes de guerra.

Mis hijos durmieron uno encima del otro, solo para caber debajo de una tela. Dormimos en la calle”, relató Nahla Abu Qursheen, madre de cuatro, desplazada por los tanques israelíes.

Mientras la población sufre, los líderes negocian: Trump y Netanyahu se reunieron esta semana en Washington, con promesas de tregua “en días”, y un acuerdo tentativo en el que Hamás liberaría 10 de los 50 rehenes aún retenidos.

Sin embargo, los mediadores cataríes advierten que el alto el fuego aún está lejos, debido a las condiciones impuestas por ambas partes. Hamás exige garantías para evitar una reanudación del conflicto como ocurrió tras la primera tregua, mientras Israel insiste en la expulsión total del movimiento de Gaza.

En paralelo, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, propuso crear una «ciudad humanitaria» en el sur de Gaza para trasladar a la población. Expertos en derecho internacional han advertido que esa propuesta equivale a desplazamiento forzado y constituye un crimen de lesa humanidad.

La UNRWA, agencia de la ONU para refugiados palestinos, alertó que ese plan agravaría la catástrofe actual. Desde el inicio de la guerra, tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, más de 57 mil palestinos han sido asesinados por las operaciones israelíes.

En Gaza, la esperanza se agota. “¡Dicen que habrá tregua! ¡Todos los días lo dicen, pero son mentiras! ¡Basta de muerte, de hambre y de desplazamiento!”, gritó Qursheen, cansada de vivir bajo la sombra de la guerra.

Fotografía: Organización de las Naciones Unidas

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