China dio un paso más hacia la consolidación de su estación espacial con el lanzamiento exitoso de la nave de carga Tianzhou-9, que partió este martes desde la base de Wenchang, en la provincia de Hainan, al sur del país. El cohete portador Long March-7 Y10 la impulsó sin contratiempos al espacio.
A sólo 10 minutos del despegue, la nave desplegó sus paneles solares y alcanzó la órbita prevista, en lo que fue confirmado como un éxito total de la fase de lanzamiento por la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China (CMSA, por sus siglas en inglés).
Tianzhou-9 intentará ahora un acoplamiento en solo tres horas con la estación espacial china. Este procedimiento acelerado ya fue probado con éxito en las misiones Tianzhou-7 y Tianzhou-8, y de concretarse de nuevo, podría consolidarse como el nuevo estándar operativo.
“Si lo logramos, será la tercera vez que se realiza este método rápido, abriendo paso a su adopción como norma habitual”, explicó Li Zhiyong, integrante del equipo de desarrollo de la nave en la Corporación China de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (CASC).
Carga vital para ciencia y permanencia espacial
El carguero Tianzhou-9 transporta unas 6.5 toneladas de materiales. Entre ellos se incluyen suministros para astronautas, equipos para la plataforma espacial, y muestras destinadas a experimentos en aplicaciones espaciales, medicina aeroespacial y pruebas tecnológicas.
Estos insumos son clave para sostener las operaciones de la estación y asegurar la estancia prolongada de las y los taikonautas (como se denomina al personal espacial chino), lo que fortalece la apuesta de China por una presencia autónoma y continua en el espacio.
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Fotografía: Corporación China de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (CASC).