El Comité Olímpico Internacional (COI) anunció que, a partir de inicios de 2026, prohibirá la participación de mujeres transgénero en todas las competiciones femeninas. Esta medida responde a los resultados de una revisión científica que señala la existencia de ventajas físicas derivadas del sexo biológico masculino, incluso tras tratamientos hormonales.
Hasta ahora, el COI permitía a las atletas trans competir en categoría femenina siempre que cumplieran con niveles reducidos de testosterona, y la decisión final quedaba en manos de cada federación deportiva. Con la nueva disposición, el organismo busca establecer un criterio uniforme para las pruebas femeninas.
La presidenta del COI, Kirsty Coventry, defendió que es imprescindible reforzar la protección de la categoría femenina en el deporte. Durante su candidatura al cargo declaró que las mujeres trans podrían mantener una ventaja física que complicaría la igualdad de oportunidades para las mujeres biológicas.
El anuncio oficial se prevé para la primera mitad de 2026 y podría aplicarse de cara a los próximos Juegos Olímpicos, lo que marcaría un cambio significativo en la política del organismo.
Ya varias federaciones internacionales habían adoptado medidas en esta línea: por ejemplo, World Athletics decidió en 2023 impedir que mujeres trans participen en la categoría femenina y estableció pruebas de género obligatorias. World Aquatics, por su parte, exigió en 2022 que las atletas trans completaran su transición antes de los 13 años para competir en femenil. Y World Boxing instauró en julio de 2025 exámenes obligatorios de sexo, medida que afectó a la boxeadora argelina Imane Khelif durante los Juegos de París.
Recientemente, la doctora Jane Thornton, directora del Departamento de Salud, Medicina y Ciencia del COI, presentó un informe científico en el que se mostraban datos que, según el organismo, respaldan las ventajas que pueden persistir tras la transición hormonal. Fuentes del COI indicaron que la presentación fue objetiva y basada en evidencia, lo que refuerza la base científica de la decisión.
Además, el contexto internacional también tiene relevancia: el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, envió al COI una exhortación para que rechace la participación de mujeres transgénero en pruebas femeninas, lo que añade un componente político a la discusión.
Con esta resolución, el COI pretende generar un marco regulatorio centralizado que asegure la equidad competitiva en el deporte femenino en todo el mundo.
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