BELÉN, 29 DE JULIO DE 2025 – La tensión en Cisjordania escaló drásticamente hoy con la destrucción de una reserva natural en Kisan, al este de Belén, a manos de colonos israelíes. Este acto de vandalismo y agresión, reportado por el medio palestino Wafa, representa un grave golpe al medio ambiente y a la comunidad local, exacerbando la ya volátil situación en los territorios palestinos ocupados.
Según Ahmed Ghazal, secretario del movimiento Fatah en Kisan, un grupo de colonos israelíes irrumpió en la Reserva Natural de Kisán, un área vital de aproximadamente 100 mil metros cuadrados. Testigos y reportes iniciales indican que los invasores procedieron a destruir sistemáticamente todo organismo vegetal y animal a su paso, sin distinción. Hierba, monte, y áreas de vegetación nativa fueron arrasadas, eliminando hábitats cruciales para la biodiversidad local. La devastación no se limitó a la flora y fauna; la infraestructura esencial de la reserva también fue diezmada, incluyendo cámaras de vigilancia, sistemas de reservas de agua y pozos. Esta destrucción selectiva sugiere un intento deliberado de inhabilitar la funcionalidad y supervisión del área.
Además de la aniquilación de la reserva, los colonos también perpetraron robos significativos. Se reportó la sustracción de paneles solares y generadores eléctricos pertenecientes a un residente local, lo que agrava el impacto económico sobre la población palestina. Este incidente no es un hecho aislado. En los últimos meses, los colonos han intensificado sus ataques contra las propiedades de los residentes de Kisán, una tendencia alarmante que refleja una escalada de la violencia y la agresión en la región.
Impacto y agresiones recientes en Cisjordania
La comunidad internacional ha expresado repetidamente su preocupación por la expansión de los asentamientos y los actos de violencia de los colonos, que contravienen el derecho internacional y socavan las perspectivas de una solución pacífica al conflicto israelo-palestino.
FOTOGRAFÍA: saba.ye