El Gobierno de Donald Trump ordenó el envío del grupo de ataque liderado por el portaviones USS Gerald R. Ford hacia el área de responsabilidad del Comando Sur, con el objetivo de reforzar las operaciones contra el narcotráfico y las redes criminales transnacionales que amenazan la seguridad estadounidense.
El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, explicó que este despliegue busca ampliar la capacidad operativa de las fuerzas estadounidenses en la región. Según el funcionario, con una mayor presencia militar, Washington pretende fortalecer las acciones de detección, monitoreo y neutralización de actividades ilícitas que comprometen la estabilidad del hemisferio occidental.
Hace apenas tres semanas, informes navales situaban al USS Gerald R. Ford en el mar Mediterráneo, pero ahora el buque insignia cambia de escenario estratégico para enfocarse en las amenazas provenientes de América Latina.
El Gerald R. Ford es reconocido como el portaviones más grande y avanzado del mundo, una pieza clave del poder naval estadounidense. La Armada lo describe como una plataforma de combate altamente adaptable y capaz de proyectar fuerza global durante operaciones prolongadas en el mar.
Este movimiento militar se produce un día después de que el presidente Donald Trump declarara una ofensiva directa contra los cárteles del narcotráfico. Durante un acto acompañado por altos mandos y asesores de seguridad, el mandatario aseguró que EE.UU. ya no limitará su respuesta al crimen organizado, sino que pasará a eliminar de raíz las estructuras criminales, incluso con operaciones terrestres en territorio latinoamericano.
Con esta acción, EE.UU. incrementa las tensiones diplomáticas en la región, poniendo en alerta a gobiernos vecinos y generando preocupación entre expertos sobre la posible escalada de conflictos por intereses estratégicos y políticos.
Foto: Redes
