Una masiva movilización frente al Parlamento británico terminó con el arresto de 890 personas, según informó la Policía Metropolitana de Londres. La protesta fue organizada por el grupo Defend Our Juries, en respuesta a la reciente proscripción de la organización Palestine Action, ahora considerada como grupo terrorista por el gobierno del Reino Unido.
La manifestación congregó a alrededor de 1,500 personas, muchas de ellas portando carteles que expresaban su oposición al genocidio y su respaldo a Palestine Action. La mayoría de los manifestantes fueron detenidos bajo la Ley de Terrorismo, que penaliza el apoyo público a organizaciones prohibidas. Entre los arrestados también hubo personas acusadas de delitos menores y agresiones a la policía.
Desde la ilegalización de Palestine Action hace dos meses, ya suman casi 1,600 personas arrestadas en diversas protestas. Las detenciones incluyen casos en los que los participantes simplemente sostenían pancartas en silencio.
La comisionada adjunta Claire Smart señaló que durante la protesta varios agentes sufrieron agresiones físicas. Según explicó, algunos manifestantes habrían golpeado, escupido y arrojado objetos a los policías. No obstante, los organizadores del evento ofrecieron una versión opuesta: acusaron a la policía de iniciar los enfrentamientos y calificaron como exageradas las acusaciones de violencia por parte de los manifestantes.
Uno de los casos que más llamó la atención fue el de Mike Higgins, un manifestante ciego de 62 años en silla de ruedas, quien ya había sido arrestado en otra protesta anterior. Higgins expresó su rechazo a ser calificado como terrorista y afirmó que seguirá participando en movilizaciones mientras la situación no cambie.
La polémica gira en torno a la decisión del gobierno británico de proscribir a Palestine Action el pasado julio, luego de una serie de acciones directas, incluyendo la irrupción en una base aérea donde los activistas vandalizaron aeronaves para protestar contra el apoyo británico a Israel. El gobierno considera que las actividades del grupo han generado daños millonarios y representan una amenaza a la seguridad nacional.
Organizaciones internacionales han expresado su preocupación por el uso de leyes antiterroristas en este contexto. El alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, advirtió que esta interpretación podría violar principios fundamentales al castigar conductas que no tienen carácter terrorista. Türk recordó que, según el derecho internacional, los actos terroristas deben implicar intención de causar muerte o daños graves.
Por su parte, Huda Ammori, cofundadora de Palestine Action, cuestionó la decisión del gobierno al considerar que restringe las libertades civiles y fomenta un ambiente de censura y autocensura en la sociedad.
El caso legal sobre la proscripción del grupo continúa abierto. Palestine Action ha obtenido permiso para impugnar la decisión ante el Tribunal Superior, con una audiencia programada para el 25 de septiembre.
Mientras tanto, figuras del ámbito cultural, como la escritora Sally Rooney, han expresado públicamente su respaldo al grupo. Rooney incluso ha manifestado su intención de destinar parte de sus ingresos para apoyar las acciones de protesta.
En paralelo a esta movilización, unas 20 mil personas participaron en una marcha propalestina separada en Londres, sin que se registraran incidentes significativos.
El gobierno británico ha subrayado que la prohibición afecta exclusivamente a Palestine Action y no impide otras formas de activismo político pacífico, ya sea en favor de Palestina o de Israel.
Foto: Redes












