Un jurado en Nueva York declaró este miércoles al rapero y empresario Sean “Diddy” Combs no culpable de los cargos más graves que enfrentaba, incluidos crimen organizado y tráfico sexual, delitos que podrían haberle costado cadena perpetua.
El juicio, que comenzó el 5 de mayo, atrajo la atención mediática global por la gravedad de las acusaciones y la notoriedad del acusado. Tras semanas de deliberaciones, el jurado optó por absolverlo de los delitos mayores, pero lo declaró culpable de dos cargos menores: transporte de personas con fines de prostitución.
Las acusaciones incluían testimonios de la cantante Cassie Ventura —expareja de Diddy— y de otra mujer identificada como “Jane Roe”, quienes relataron experiencias de abuso, coerción y fiestas sexuales bajo drogas conocidas como “freak‑offs”. La defensa, encabezada por Marc Agnifilo, reconoció comportamientos inapropiados, pero negó cualquier actividad criminal, alegando que todo fue consensuado.
Aunque se libra de la cadena perpetua, Combs aún enfrenta una posible condena de hasta 20 años de prisión por los cargos menores. Actualmente permanece bajo custodia y su defensa solicitó libertad bajo fianza por un millón de dólares, a lo que la fiscalía se opone, señalando riesgo de fuga.
El juez Arun Subramanian decidirá en los próximos días si otorga la fianza. Mientras tanto, el veredicto ha provocado un fuerte debate público sobre el abuso de poder, la cultura del silencio en la industria musical y la justicia en casos de celebridades.
Con este fallo, Diddy evita una sentencia de por vida, pero su reputación y futuro legal continúan en juego.
