26 DE JUNIO DE 2025. La tensión en el Golfo Pérsico ha mostrado signos de alivio, reflejándose directamente en los costos de tránsito marítimo. Medios de la región reportan un descenso significativo en los peajes y primas de seguro para las embarcaciones que atraviesan estas estratégicas aguas, un claro indicador de la reciente distensión en el conflicto entre Irán e Israel.
Este descenso es notable al comparar los precios de la semana pasada con los actuales. Durante el pico del conflicto entre Irán y la alianza Israel-Estados Unidos, el peaje para un petrolero alcanzó los 60 mil dólares. Hoy, esa cifra ha disminuido a los 50 mil dólares, el nuevo precio de referencia vigente. Esta reducción del 16.6% en el peaje subraya la sensibilidad del mercado marítimo a la geopolítica de la región, vital para el transporte global de energía.
El Golfo Pérsico es un cuello de botella crucial para el comercio mundial de petróleo, por donde transita una parte sustancial del suministro global. Cualquier incremento en la inestabilidad eleva instantáneamente los costos operativos para las navieras, que deben lidiar con primas de seguro más altas y riesgos crecientes de interrupción o ataque.
SUPERACIÓN DE LA CRISIS DE ORMUZ, ELEMENTO CLAVE PARA ESTABILIZACIÓN
Un factor importante en esta escalada de precios de tránsito marítimo fue la configuración de un posible cierre del estrecho de Ormuz, pasaje marítimo de la jurisdicción territorial iraní que es medular para el transporte de mercancías y energéticos. La medida, aprobada por el parlamento el 22 de junio tras los bombardeos aéreos a sus instalaciones nucleares, fue un factor decisivo para la vigorización de los esfuerzos de potencias –contrastantes en su diseño, instrumentación, legalidad y solvencia diplomática– por desactivar a toda costa el conflicto entre Israel e Irán.
La estabilización actual del costo de tránsito en el Golfo hacia precios acreditados dentro de un rango de normalidad, sugiere que las empresas de seguros y los operadores marítimos perciben un ambiente de menor riesgo, lo cual es una señal positiva para la estabilidad energética global.
Analistas de la industria consideran que esta baja en los costos no solo beneficia directamente a las navieras, sino que también podría tener un efecto cascada en los precios de los productos energéticos. Menores costos de transporte se traducen en menores gastos para las refinerías, lo que potencialmente podría estabilizar o incluso reducir los precios del crudo en los mercados internacionales.
Sin embargo, la volatilidad sigue siendo una característica inherente a esta región, y cualquier nuevo repunte de tensiones podría revertir rápidamente estos descensos.
FOTOGRAFÍA: CRESTOMATÍA TEHRAN TIMES
