La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado una alerta contundente: decenas de corporaciones multinacionales están implicadas en la economía que sostiene el genocidio contra el pueblo palestino. Así lo concluye el informe presentado por Francesca Albanese, Relatora Especial sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, titulado «De la economía de la ocupación a la economía del genocidio».
Más de 1,000 empresas fueron investigadas, de las cuales 48 fueron nombradas directamente por su papel en el financiamiento, desarrollo tecnológico, extracción de recursos y construcción en territorios palestinos. Entre ellas se encuentran gigantes como Microsoft, Alphabet (Google), Amazon, Caterpillar, Lockheed Martin, Booking, Airbnb, Chevron y la mexicana Orbia Advance Corporation, dueña de Netafim.
“La ocupación sin fin de Israel se ha convertido en el terreno de pruebas ideal para las grandes tecnológicas y fabricantes de armas”, advierte el informe, que describe esta red corporativa como parte de una empresa criminal colectiva.
El informe destaca que estas empresas no solo están implicadas en violaciones al derecho internacional, sino que muchas de ellas obtienen enormes beneficios económicos de su participación directa en una política que apunta a la eliminación del pueblo palestino, por medio del despojo, la segregación y la destrucción masiva de infraestructura civil.
Tecnología, vigilancia y represión
Compañías como Microsoft, IBM, Amazon y Palantir han ofrecido tecnologías de vigilancia, inteligencia artificial y almacenamiento en la nube utilizadas para la represión, control y selección automatizada de objetivos en Gaza. Estos sistemas han sido clave en el desarrollo de “tecnología militarizada” usada en bombardeos, asesinatos selectivos y vigilancia masiva.

El papel de la maquinaria y el agro negocio
Empresas como Caterpillar, Hyundai y Volvo proporcionan maquinaria para la demolición de hogares palestinos y la construcción de asentamientos ilegales. Además, Netafim, propiedad en un 80% de Orbia Advance Corporation (México), ha sido clave en la explotación intensiva de recursos hídricos en Cisjordania, desplazando a comunidades palestinas al tiempo que promueve una imagen de sostenibilidad en el extranjero.
Turismo colonial y “lavado humanitario”
Booking.com y Airbnb siguen beneficiándose del turismo en asentamientos ilegales, incluso después de reconocer que están ubicados en territorio ocupado. Airbnb, tras retirar brevemente sus anuncios, ahora destina los beneficios obtenidos a supuestas causas humanitarias, en lo que el informe denuncia como “lavado humanitario”.
Finanzas, universidades y normalización
Fondos de inversión como BlackRock y Vanguard, así como bancos como BNP Paribas y Barclays, financian deuda israelí y acciones de empresas directamente involucradas en crímenes de guerra, mientras que universidades de Europa y Estados Unidos colaboran en investigaciones militares o encubren estas prácticas bajo la apariencia de neutralidad académica.
Implicaciones legales y exigencias internacionales
El informe sostiene que tanto las empresas como sus ejecutivos pueden ser legalmente responsables, y pide al sistema internacional actuar. La Corte Internacional de Justicia ya ha calificado la ocupación como ilegal, y la ONU exige a los Estados y al sector privado cesar toda relación comercial con el régimen de ocupación israelí.
“El genocidio continúa porque es rentable para muchos”, Albanese.
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Fotografía de portada: Redes