Donald Trump ha revelado este viernes que sostuvo una conversación telefónica con Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, en la que le instó a liberar a más de 1.300 presos políticos, como continuación del proceso iniciado en junio, cuando se excarceló a un primer grupo de 16 disidentes. Entre ellos se encontraba Sergei Tijanovski, figura clave de la oposición.
El diálogo se llevó a cabo mientras Trump volaba rumbo a Alaska, donde sostendrá una reunión clave con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la ciudad de Anchorage. En ese contexto, el mandatario estadounidense aprovechó para agradecer a Lukashenko la primera liberación y para presionar por una nueva oleada de excarcelaciones.
Según explicó Trump a través de su red Truth Social, la charla abordó también temas geopolíticos relevantes, entre ellos la próxima visita de Putin a suelo estadounidense, así como la posibilidad de un encuentro futuro entre él mismo y el presidente bielorruso. El mandatario valoró la conversación como productiva, en la que se trataron asuntos “interesantes y delicados”.
Por su parte, Lukashenko, quien lleva más de tres décadas en el poder, reafirmó su intención de fortalecer los vínculos diplomáticos con Estados Unidos y extendió una invitación oficial a Trump y su familia para visitar Minsk, capital de Bielorrusia. La presidencia bielorrusa informó que la propuesta fue aceptada, aunque sin dar detalles adicionales sobre la fecha o el formato del encuentro.
Bielorrusia mantiene actualmente más de 1.400 presos políticos, según cifras de organismos europeos, y continúa bajo sanciones impuestas por la Unión Europea debido a la represión interna y los cuestionamientos a la legitimidad de las elecciones de 2020, en las que Lukashenko fue reelegido en medio de denuncias de fraude. A pesar de las críticas, su gobierno ha mostrado gestos mínimos de apertura con las recientes liberaciones, aunque grupos opositores han calificado estas acciones como insuficientes y simbólicas.
La conversación entre ambos líderes se produce en un momento geopolítico tenso, especialmente por el posible alto al fuego en Ucrania que será tema central en la cumbre entre Trump y Putin. El papel de Bielorrusia como aliado estratégico del Kremlin y su historial represivo lo sitúan en el centro del debate internacional.
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