0 DE JULIO DE 2025. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, enfrenta una de las pruebas políticas más decisivas de su carrera con la inminente votación en el Parlamento Europeo que determinará su continuidad al frente del organismo. El proceso, marcado por una moción de censura impulsada por sectores de la extrema derecha y alimentada por críticas sobre su gestión y transparencia, pone a prueba la cohesión de la mayoría proeuropea y la estabilidad institucional del bloque.
La moción de censura, impulsada por el parlamentarista rumano Gheorghe Piperea , será votada el jueves de manera nominal y pública, y requiere el respaldo de dos tercios de los eurodiputados para prosperar, un umbral históricamente difícil de alcanzar.
El origen inmediato de la moción radica en el escándalo conocido como «Pfizergate«, relacionado con la falta de transparencia en la compra de vacunas durante la pandemia, así como en críticas por la gestión centralizada y las alianzas políticas de Von der Leyen.
Aunque la mayoría de los grupos políticos —incluidos el Partido Popular Europeo (PPE), Socialistas y Demócratas (S&D), liberales y verdes— han anunciado que no apoyarán la moción, han expresado críticas a la gestión de la presidenta, especialmente por su acercamiento a partidos de derecha y retrocesos en políticas medioambientales.
Implicaciones políticas
La votación es vista como un termómetro del descontento interno y la fragmentación de la tradicional coalición proeuropea, que permitió la reelección de Von der Leyen hace un año.
La presidenta ha buscado asegurar apoyos mediante promesas a los grupos moderados, comprometiéndose a trabajar en justicia social, empleo y transición verde, aunque sin concretar medidas específicas.
Más allá del resultado, el episodio evidencia la creciente presión sobre el liderazgo europeo y la necesidad de reconstruir consensos para afrontar los retos geopolíticos, económicos y sociales que enfrenta la Unión Europea.
La votación representa no solo una evaluación del liderazgo de Von der Leyen, sino también un reflejo de las tensiones y desafíos que atraviesa el proyecto europeo.
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