La catástrofe humanitaria en Gaza se profundiza. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que 28 niños mueren cada día en este territorio ocupado, víctimas de los bombardeos israelíes, el hambre y la falta de servicios básicos. Esta cifra equivale al número de estudiantes en una clase escolar.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, la población vive entre aguas residuales, ratas e insectos, sin acceso a servicios médicos ni saneamiento, lo que ha desencadenado enfermedades respiratorias y gastrointestinales. La mayoría de los centros de salud están fuera de servicio.
Desde marzo, Israel ha intensificado el cerco, impidiendo el ingreso de ayuda humanitaria, lo que ha llevado al colapso total de la seguridad alimentaria en varias zonas, especialmente en la ciudad de Gaza, según confirmó el Sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC).
Unicef alertó que 93 de los 180 casos fatales por hambre confirmados en Gaza son niños, incluyendo bebés. Las cifras son solo una muestra de una situación aún más amplia y desgarradora.
Aunque Israel anunció recientemente una “pausa parcial” en sus bombardeos para permitir el ingreso de ayuda, las organizaciones humanitarias denuncian que los suministros siguen siendo insuficientes y que la inanición continuará cobrando vidas si no hay una intervención inmediata y masiva.
El Ministerio de Salud palestino hizo un llamado urgente a la comunidad internacional y a las agencias de cooperación: la niñez en Gaza no puede esperar.
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Fotografía: Redes












