El Gobierno venezolano desmanteló una presunta red terrorista internacional que, según denunció el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, planeaba ataques simultáneos contra infraestructura sanitaria, sedes diplomáticas y figuras políticas, tanto oficialistas como opositoras.
Durante una conferencia de prensa ofrecida este martes, Cabello afirmó que la red contaba con conexiones en Colombia y estaba encabezada por la dirigente opositora María Corina Machado, junto con los expresidentes colombianos Álvaro Uribe e Iván Duque. Según la versión oficial, estos líderes coordinaron operaciones con bandas narcoparamilitares y células criminales especializadas en tráfico de armas con el objetivo de desestabilizar Venezuela de cara a las elecciones municipales del próximo 27 de julio.
El ministro reveló que en una operación realizada en la localidad costera de Güiria, estado Sucre, las fuerzas de seguridad capturaron a una célula compuesta por cuatro personas, entre ellas el ciudadano trinitario Kendall Jerome Giggs, señalado como el principal transportista de armas hacia territorio venezolano.
Tras intentar refugiarse en el estado Zulia, el grupo fue interceptado en el puente sobre el lago de Maracaibo. Entre los detenidos figura también Armando José García Miragaya, profesor de Química, quien presuntamente sería utilizado para dar credibilidad a una supuesta narrativa sobre la presencia de misiles iraníes en Venezuela, con el fin de justificar una posible intervención de Estados Unidos.
Cabello precisó que, como parte del operativo, se incautaron diez fusiles de asalto, lanzagranadas, sistemas GPS, radios, teléfonos con información comprometida y una ametralladora calibre .50, armamento que podría ser usado como fuego antiaéreo.
Conexiones internacionales y planes en Caracas
El desmantelamiento también involucró a ciudadanos extranjeros, incluidos un argentino, Germán Gugliani, y un serbio, Antun Dersa, quienes habrían coordinado el suministro de armamento desde embarcaciones en aguas internacionales. Según Cabello, ambos se reunieron clandestinamente para planear tanto operaciones de narcotráfico como el flujo de armas hacia Venezuela.
En Caracas, las autoridades capturaron a otras tres personas —dos mujeres y un hombre conocido como “alias Zacarías”— en la zona de Los Ruices. Se hallaron más fusiles y componentes de lanzagranadas, lo que evidenciaría la existencia de células dormidas listas para actuar en la capital.
Los teléfonos decomisados revelan, de acuerdo con las autoridades, una red de comunicación entre distintos niveles de la estructura criminal, desde los transportistas hasta los supuestos coordinadores políticos.
Ataques frustrados y advertencias
Cabello indicó que entre los objetivos de esta red estaban hospitales, embajadas, infraestructuras públicas y figuras del chavismo y la oposición, en un intento por generar caos en el país. Además, aseguró que este mismo grupo intentó ejecutar atentados durante las elecciones pasadas de gobernadores y diputados.
“El objetivo es claro: buscar algún traidor interno que justifique una intervención extranjera”, aseveró el ministro. Asimismo, advirtió que los conspiradores estarían preparando nuevos ataques para los próximos comicios municipales: “Se los voy a decir con tiempo, les tenemos una sorpresa y no les va a gustar”.
Finalmente, anunció que se mantienen activos los protocolos de seguridad en regiones fronterizas, especialmente en el oriente del país, donde se presume la existencia de más células vinculadas a esta estructura.
Las investigaciones, según afirmó, seguirán avanzando hasta desmantelar por completo lo que calificó como un plan terrorista de la extrema derecha con apoyo internacional.
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