Durante su visita a uno de sus resorts de golf en Escocia, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue escoltado por un vehículo inusual que llamó poderosamente la atención: un buggy blindado de cuatro puertas, una versión modificada del Polaris Ranger XP 1000, apodado extraoficialmente como «Golf Force One».
Este nuevo vehículo se une a la lista de transportes altamente protegidos que han rodeado al mandatario, como el avión presidencial Air Force One, la limusina blindada «The Beast» y el helicóptero Marine One. Sin embargo, lo que diferencia a este nuevo modelo es su aparente función especializada: proteger al expresidente incluso en una actividad tan cotidiana como una ronda de golf.
El buggy, nunca antes mostrado públicamente, fue captado por cámaras que seguían a Trump durante su estancia, en medio de una jornada de golf que coincidía con negociaciones comerciales clave entre EE.UU. y Europa. Su diseño compacto no impidió que destacara en la comitiva: estaba completamente cerrado, revestido con paneles adicionales, una celda de seguridad reforzada y lunas blindadas capaces de resistir impactos de alto calibre, según especialistas consultados por medios británicos.
Aunque no se conocen detalles oficiales sobre sus especificaciones internas, registros de la Administración de Servicios Generales de EE.UU. mencionan un modelo blindado similar con un precio que ronda los 189 mil dólares, aunque es posible que la unidad destinada al exmandatario cuente con un costo aún mayor debido a requerimientos especiales de seguridad.
Curiosamente, Trump no llegó a utilizar el buggy durante su juego, lo que sugiere que su propósito no es el transporte habitual, sino más bien servir como vehículo de evacuación rápida en caso de amenaza directa. Esta hipótesis cobra más fuerza al considerar los antecedentes de incidentes de seguridad que enfrentó el expresidente incluso durante sus campañas anteriores.
El Servicio Secreto de EE.UU. ha confirmado que este vehículo forma parte de la flota de transporte presidencial, aunque, como es habitual, no se han dado mayores detalles sobre sus capacidades. Por ahora, «Golf Force One» se mantiene como una pieza más del enigmático dispositivo de seguridad que rodea a Trump, incluso en sus momentos de ocio.
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