El gobierno de Guatemala informó que está preparado para recibir alrededor de 150 niños no acompañados cada semana desde Estados Unidos, en medio de un proceso marcado por disputas legales. El anuncio se produjo tras la decisión de un tribunal federal estadounidense que suspendió la deportación de 10 menores guatemaltecos, cuya repatriación estaba programada.
La orden judicial, emitida por la jueza de distrito Sparkle Sooknanan, tiene una vigencia de 14 días y podría beneficiar a cientos de menores que permanecen bajo custodia de las autoridades migratorias estadounidenses después de cruzar la frontera sur. Los abogados argumentaron que las deportaciones aceleradas podrían violar los derechos de protección que el Congreso de Estados Unidos otorga a los niños migrantes.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, confirmó que su gobierno mantiene coordinación con Washington para garantizar la recepción de los menores, aunque señaló que las decisiones finales dependen de las autoridades estadounidenses.
La política migratoria del presidente Donald Trump, quien regresó a la Casa Blanca en enero, contempla la aceleración de deportaciones, lo que ha generado diversos recursos legales. Los tribunales han advertido que parte de estas medidas podrían violar el derecho al debido proceso.
La mayoría de los niños migrantes cruzan la frontera sin acompañamiento parental y, según la legislación estadounidense, tienen derecho a protecciones especiales mientras se procesan sus solicitudes de asilo y otros trámites migratorios.
Fuentes: Agencias internacionales, Reuters, Associated Press.