El movimiento de resistencia palestino Hamás denunció que el gobierno de Israel está incumpliendo el acuerdo de alto el fuego mediado por Estados Unidos, Egipto, Qatar y Türkiye. Según reportes del movimiento, las autoridades israelíes habrían manipulado las listas de prisioneros palestinos que debían ser liberados, eliminando nombres ya aprobados y deportando a decenas de ellos hacia terceros países.
El pacto, considerado un paso clave para consolidar la tregua, contemplaba el intercambio de prisioneros palestinos por cautivos israelíes, además de la recuperación de cuerpos y la apertura de negociaciones para el fin de la ocupación. Sin embargo, la administración de Benjamín Netanyahu habría alterado los términos al negarse a liberar a líderes históricos de la resistencia palestina y al ordenar la expulsión de 154 prisioneros liberados.
Organismos humanitarios y juristas calificaron la medida como ilegal, recordando que los prisioneros palestinos son ciudadanos de un territorio ocupado y tienen derecho a permanecer en su país. Expertos advierten que Israel aplica una política sistemática de desarraigo y castigo colectivo, destinada a debilitar el tejido social palestino.
Familias en Ramala, Nablus y Gaza expresaron su indignación al conocer que sus seres queridos, luego de años de prisión, serían enviados al exilio. Diversos colectivos de derechos humanos señalaron que estas deportaciones buscan silenciar las voces que representan la resistencia nacional palestina.
Hamás instó a la comunidad internacional y al mundo árabe a exigir garantías efectivas para el cumplimiento total del alto el fuego, así como la liberación de todos los prisioneros políticos y el fin de la ocupación militar israelí sobre Gaza y Cisjordania.