Internacional

Inundaciones catastróficas en Texas dejan más de 90 muertos y decenas de desaparecidos

Texas vive una de las peores tragedias naturales de su historia reciente. Las intensas lluvias que azotaron la región central del estado durante el fin de semana del 4 de julio provocaron inundaciones repentinas que ya han cobrado la vida de más de 90 personas, entre ellas al menos 27 niñas y consejeras de un campamento infantil.

El área más afectada fue el llamado Hill Country, donde ríos como el Guadalupe se desbordaron con fuerza inédita, arrastrando viviendas, puentes y carreteras. El campamento cristiano Mystic, donde dormían decenas de menores, quedó devastado por la crecida súbita del río. El director del lugar, Dick Eastland, falleció intentando salvar vidas.

Equipos de rescate superados

Con más de 40 personas aún desaparecidas, brigadas de rescate estatales y federales trabajan contra reloj con helicópteros, drones y perros entrenados. La Guardia Costera y voluntarios se han sumado a las tareas, mientras hospitales reportan decenas de heridos por golpes, hipotermia y ahogamiento.

La tragedia pudo haberse evitado

Testimonios de sobrevivientes y familias afectadas han levantado severas críticas al sistema de alerta temprana, que brilló por su ausencia. No se activaron sirenas, mensajes de emergencia o notificaciones en zonas críticas, a pesar de que las autoridades contaban con pronósticos precisos sobre la intensidad de la tormenta.

Además, el desmantelamiento de oficinas locales del Servicio Meteorológico Nacional y recortes presupuestales impulsados por el presidente Donald Trump y el gobernador Greg Abbott en los últimos años han dejado a las comunidades más vulnerables sin protección ni infraestructura adecuada.

Cambio climático y abandono político

Las lluvias extremas, agravadas por la humedad residual de la tormenta tropical Barry, dejaron en solo dos días más de 50 cm de agua en algunas zonas. Esta situación, combinada con la geografía del Hill Country —conocida como “Flash Flood Alley”— y la falta de planeación urbana, convirtió una tormenta en desastre.

Organizaciones ambientales y defensores de derechos civiles señalan que el cambio climático está intensificando estos fenómenos, y que la respuesta gubernamental ha sido lenta, fragmentada e insuficiente.

Exigen justicia y prevención

Mientras el presidente Trump anunció una visita a Texas, la población exige más que gestos: piden auditorías, inversión en infraestructura resiliente, sistemas de alerta comunitaria y políticas reales de protección ambiental y social, especialmente en zonas rurales abandonadas por el presupuesto federal.

Recuerda suscribirte a nuestro boletín

📲 https://bit.ly/3tgVlS0
💬 https://t.me/ciudadanomx