El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, arribó a Israel este martes en un momento crítico para la estabilidad del reciente alto el fuego en Gaza, promovido por la administración estadounidense. La visita ocurre tras un repunte de violencia que pone en duda la viabilidad del plan de paz a largo plazo.
Durante su estancia, Vance sostuvo reuniones clave con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y otros funcionarios de alto nivel, en un intento por afianzar los compromisos adquiridos por las partes involucradas en el cese de hostilidades. Además, el vicepresidente se encontró con los enviados especiales de la Casa Blanca, Steve Witkoff y Jared Kushner, quienes ya se encontraban en la región desde el lunes.
La agenda de Vance contempla también encuentros con familiares de rehenes cuyos cuerpos continúan retenidos en Gaza, así como con algunos de los liberados recientemente como parte de los acuerdos de la tregua. Estas reuniones buscan humanizar el conflicto y sostener la presión política sobre Hamás e Israel para que mantengan la vía diplomática.
El alto el fuego, en vigor desde el 10 de octubre, ha sido sacudido por enfrentamientos recientes y acusaciones de violaciones por ambas partes. Sin embargo, tanto Israel como Hamás han manifestado públicamente su disposición a respetar lo pactado. Desde Washington, el presidente Donald Trump ha reiterado su interés en que el acuerdo prospere.
Crecen las gestiones diplomáticas para activar la segunda fase del acuerdo
La visita del vicepresidente coincide con la llegada del jefe de inteligencia egipcio, el general de división Hassan Rashad, quien se reunió con Netanyahu y los emisarios estadounidenses para discutir los mecanismos necesarios para avanzar a una segunda etapa del alto el fuego. Esto evidencia la intensificación de esfuerzos regionales y multilaterales para consolidar el proceso de paz.
Desde El Cairo, el principal negociador de Hamás, Khalil al-Hayya, insistió en que su grupo mantiene el compromiso de finalizar el conflicto de forma definitiva. Afirmó que Israel ha cumplido parcialmente con los acuerdos, principalmente en lo relativo a la entrega de ayuda humanitaria en los pasos fronterizos, pero solicitó mayor presión internacional para que se garantice el envío de refugios, medicamentos y suministros adecuados antes del invierno.
Estos gestos muestran que, aunque frágil, el alto el fuego se mantiene vivo gracias a la intensa actividad diplomática y a la voluntad declarada de los actores clave de seguir negociando una salida duradera al conflicto.
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