En una jornada marcada por la rapidez y la contundencia política, el Congreso de Perú destituyó a la presidenta Dina Boluarte y, en su lugar, designó como mandatario interino a José Jerí, actual titular del Parlamento. La votación, realizada la noche del jueves, agrupó cuatro mociones de vacancia por “permanente incapacidad moral”, argumento esgrimido por los legisladores ante lo que consideran una deficiente gestión frente a la inseguridad ciudadana y el crimen organizado.
Jerí asumió el cargo en la madrugada del viernes, conforme a lo establecido en la Constitución, ante la ausencia de vicepresidentes. Cabe recordar que Boluarte había llegado al poder tras la caída de Pedro Castillo en 2022, también bajo circunstancias de crisis institucional.
Con apenas 38 años, José Jerí ocupa la presidencia del Congreso desde agosto pasado. Su entrada al Parlamento se produjo en 2021 como congresista suplente del expresidente Martín Vizcarra, quien, a pesar de haber sido el más votado, fue inhabilitado por el mismo Congreso. Jerí no pertenece a una figura política de gran trayectoria, pero ha logrado tejer alianzas dentro del Legislativo que lo llevaron a presidirlo y ahora a tomar las riendas del Ejecutivo.
Antes de la juramentación, el congresista José Quito, del ala izquierda, propuso sin éxito censurar la mesa directiva del Congreso para impedir que Jerí asumiera la presidencia. Sin embargo, la iniciativa no prosperó.
La sesión del jueves resultó decisiva. 122 de los 130 congresistas votaron a favor de la destitución, superando ampliamente los 87 necesarios. Boluarte, por su parte, no acudió al hemiciclo a ejercer su defensa, por lo que Jerí, como presidente del Congreso, dio por continuado el proceso sin la presencia de la mandataria.
Horas después de conocerse la decisión, Dina Boluarte emitió un mensaje grabado desde el Palacio de Gobierno, en el que aceptó la decisión del Congreso. Acompañada por sus ministros y sin portar la banda presidencial, la exmandataria intentó enumerar lo que consideró logros de su gestión, pero su mensaje fue interrumpido en plena transmisión por los principales canales, incluso por el estatal TV Perú.
Finalmente, abandonó el Palacio de Gobierno en su vehículo oficial, sin precisar su paradero inmediato, cerrando así otro capítulo de inestabilidad política en el país.
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