A dos años del inicio del asedio total sobre Gaza, la ONU concluyó que Israel ha cometido genocidio y ha provocado deliberadamente una hambruna que ya ha cobrado la vida de al menos 460 personas palestinas, entre ellas más de 150 niñas y niños.
De acuerdo con el Observatorio Euro-Med de Derechos Humanos, Israel ha utilizado los alimentos y el agua como armas de guerra, bloqueando el acceso a insumos básicos y destruyendo los medios de subsistencia de la población.
“El hambre en Gaza no es un desastre natural, es una política de exterminio”
Ramy Abdu, presidente del observatorio con sede en Ginebra, denunció que la crisis alimentaria en Gaza fue planificada, y no resultado de factores externos.
“El uso del hambre contra civiles constituye un crimen de guerra, y en Gaza se comete a plena vista del mundo”, afirmó.
Desde 2006, Israel mantiene un bloqueo total sobre la Franja, controlando los pasos fronterizos y limitando incluso las calorías permitidas por persona palestina. Para 2023, el 80% de la población dependía de ayuda humanitaria y el desempleo juvenil superaba el 60%.
Tras el “asedio total” declarado el 9 de octubre de 2023, Israel cortó el suministro de agua, electricidad, alimentos y combustible.
Las panaderías cerraron, el agua potable desapareció y los campos agrícolas fueron destruidos, convirtiendo la vulnerabilidad estructural de Gaza en una “arma de aniquilación lenta”.
Abdu señaló que las prohibiciones de pesca y los ataques a tierras agrícolas forman parte de una estrategia para eliminar las fuentes de alimento locales.
Desplazamientos masivos y crisis humanitaria
Las órdenes de evacuación y los bombardeos continuos forzaron el desplazamiento de cerca de dos millones de palestinos.
Mujeres embarazadas, niñas y niños enfrentan una emergencia combinada de hambre, enfermedades y falta de vivienda, mientras los refugios están saturados y la ayuda humanitaria bloqueada.
A comienzos de 2024, Israel atacó directamente a la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), paralizando su labor. Posteriormente, impuso la llamada “Fundación Humanitaria de Gaza (GHF)”, denunciada por la ONU y ONG internacionales por militarizar la ayuda.
Desde la creación de la GHF, más de 1,700 palestinos murieron mientras buscaban alimentos, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
Para Abdu, este patrón revela una política sistemática: “No es caos, sino un plan deliberado de hambre como mecanismo de control y exterminio”.
La ONU confirma el genocidio
En agosto, la ONU declaró oficialmente la hambruna en Gaza, y en septiembre su Comisión Internacional Independiente concluyó que Israel ha cometido cuatro de los cinco actos genocidas definidos por la Convención de 1948.
El informe responsabiliza directamente al Estado israelí de “haber cometido, permitido y no castigado” el genocidio contra el pueblo palestino.
También instó a levantar el bloqueo y garantizar el acceso total de ayuda y del personal humanitario, incluida la UNRWA.
Abdu subrayó que la declaración de genocidio debería activar las obligaciones internacionales de prevención y castigo, pero hasta ahora “poco se ha hecho” ante la impunidad de Israel y el respaldo de Estados Unidos y Europa.
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Fotografía: Redes











