En medio de la tensión diplomática y comercial con Estados Unidos, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, envió un mensaje simbólico a su homólogo estadounidense, Donald Trump, con un gesto cargado de significado: sembró una planta de uva en los jardines del Palacio de la Alvorada.
El acto, que fue grabado por la primera dama Janja da Silva, fue compartido en redes sociales y marcó una respuesta directa a las recientes medidas arancelarias impuestas por Trump contra productos brasileños. Lula aprovechó el momento para enfatizar que su gobierno promueve la producción y la paz, no el odio ni la violencia. A través de una invitación abierta, expresó su deseo de diálogo y entendimiento entre ambas naciones.
La tensión entre Brasil y Estados Unidos se intensificó luego de que Trump aplicara aranceles del 50% a diversas exportaciones brasileñas, incluyendo productos emblemáticos como el café, la carne y las frutas. Esta decisión fue justificada por el exmandatario bajo el argumento de que en Brasil se estaría llevando a cabo una «caza de brujas» judicial contra su aliado político, el expresidente Jair Bolsonaro.
Además de las restricciones comerciales, el gobierno estadounidense sancionó a ocho magistrados del Supremo Tribunal Federal de Brasil, entre ellos al juez que lidera el juicio contra Bolsonaro por su presunta participación en un intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
Lula ha respaldado abiertamente al poder judicial brasileño, reafirmando su compromiso con la soberanía y la democracia del país. En este contexto, el juicio contra Bolsonaro avanza y se espera un veredicto entre el 2 y el 12 de septiembre. De ser declarado culpable, el exmandatario podría enfrentar hasta 40 años de prisión.
Mientras las sanciones estadounidenses complican el escenario comercial, Lula busca mantener la estabilidad interna apelando a gestos simbólicos y mensajes que refuercen su narrativa de paz y reconstrucción nacional.
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