El Gobierno de Javier Milei oficializó, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 697/2025, la autorización para el ingreso de tropas de Estados Unidos a territorio argentino, específicamente en la provincia de Tierra del Fuego. La medida, publicada en el Boletín Oficial con la firma del Presidente y todo su gabinete, habilita la realización de dos ejercicios militares combinados con Estados Unidos y Chile.
El primero, denominado “Solidaridad”, se desarrollará del 6 al 10 de octubre en Puerto Varas, Chile, con despliegue argentino entre el 5 y el 11 de ese mes. El operativo apunta a la cooperación frente a catástrofes naturales en el marco de un acuerdo bilateral firmado en 1997.
El segundo ejercicio, “Tridente”, tendrá lugar en bases navales de Mar del Plata, Ushuaia y Puerto Belgrano entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre. Allí participarán directamente tropas estadounidenses en maniobras navales, aéreas y de infantería orientadas a fortalecer la defensa y la asistencia humanitaria. Según el decreto, el objetivo es “mejorar la interoperabilidad y fortalecer las capacidades nacionales en escenarios de crisis”.
Ambas maniobras estaban incluidas en un proyecto de ley remitido al Congreso, pero nunca llegaron a ser tratadas. Ante esa situación, el Ejecutivo argumentó la “naturaleza excepcional” del contexto y recurrió al DNU, aunque la decisión abrió un fuerte debate político y jurídico, dado que el artículo 75 de la Constitución establece que el ingreso de fuerzas extranjeras al territorio requiere autorización legislativa.
La Comisión Bicameral Permanente deberá revisar la validez del decreto en los próximos días, aunque los operativos ya cuentan con fechas confirmadas. Los costos de la participación argentina serán cubiertos con partidas del Ministerio de Defensa.
El anuncio coincide con un escenario de alta tensión política y económica en Argentina, marcado por el rescate financiero promovido por el Gobierno de Donald Trump para apuntalar la gestión de Milei y por protestas sociales contra las políticas oficiales, acusadas de profundizar la pobreza y la precariedad.
Desde la oposición, se advierte que la medida implica una “cesión de soberanía militar” y podría sentar un precedente para la participación directa de fuerzas estadounidenses en suelo argentino. En contraste, la Cancillería defendió la decisión al subrayar que las maniobras buscan “incrementar la cooperación regional” y proyectar a las Fuerzas Armadas en operaciones multinacionales de seguridad y defensa.
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