El presidente de Argentina, Javier Milei, aprovechó su participación en la Asamblea General de la ONU para rendir elogios al mandatario estadounidense Donald Trump, a quien presentó como ejemplo de “decisiones difíciles” en materia económica y migratoria.
Milei respaldó la política antiinmigrante de Washington y la imposición de aranceles como parte de una “reestructuración sin precedentes del comercio internacional”. Con ello buscó trazar un paralelismo con su propio programa económico, al asegurar que Argentina eligió “el camino correcto aunque sea el más difícil”, centrado en el ajuste fiscal y el equilibrio de cuentas.
En medio de la crisis social y política que atraviesa su país, Milei trató de legitimarse en el escenario internacional señalando que el crecimiento argentino podría ser “lento o momentáneamente frenado”, pero que su plan es el único viable a largo plazo.
El presidente también reiteró el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas y llamó al Reino Unido a retomar el diálogo bilateral. Asimismo, denunció la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela, preso desde diciembre pasado.
El discurso se dio mientras Buenos Aires busca cerrar un préstamo con Estados Unidos, lo que refuerza la lectura de que el alineamiento con Trump no es solo ideológico, sino también estratégico.