El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender la polémica internacional al cuestionar abiertamente al Comité Nobel de la Paz por no incluirlo entre los candidatos al galardón, a pesar de su protagonismo en recientes esfuerzos diplomáticos, particularmente su propuesta de paz para Gaza.
Durante una intervención pública en la Base del Cuerpo de Marines en Quantico, Trump se mostró convencido de que su gobierno ha logrado avances concretos en la resolución de conflictos globales, y sostuvo que su exclusión del Nobel no es solo una afrenta personal, sino un desprecio hacia el liderazgo de Estados Unidos en materia de paz internacional.
El mandatario vinculó directamente esta crítica con la presentación de su plan de paz de 20 puntos para la Franja de Gaza, elaborado junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. La iniciativa propone medidas detalladas como la liberación de rehenes, la entrada de ayuda humanitaria, el desarme de Hamás y la creación de un ente internacional de supervisión. Trump afirma que, de ser aceptado, este acuerdo pondría fin a la guerra y sentaría las bases para un nuevo equilibrio regional.
Además del caso Gaza, Trump repasó una serie de intervenciones diplomáticas previas que, según su visión, consolidan su rol como el líder mundial que más avances ha logrado en materia de paz en los últimos años. Mencionó tratados y acuerdos entre naciones en conflicto como Serbia y Kosovo, Armenia y Azerbaiyán, Egipto y Etiopía, India y Pakistán, entre otros.
Desde su perspectiva, los criterios actuales del Comité Nobel no reflejan el impacto real de las acciones de paz, y privilegian figuras que —según dio a entender— carecen de logros tangibles en el terreno. Aunque aseguró que no busca el premio como una ambición personal, dejó claro que ignorar su papel como mediador internacional sería un insulto para su país.
El presidente estadounidense también cuestionó el hecho de que el galardón pueda recaer en figuras con un perfil más académico o literario, dejando de lado a quienes han intervenido directamente en conflictos armados. Su insistencia se centra en que el Nobel no debe premiar discursos o teorías, sino resultados concretos.
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