El presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, declaró un estado de emergencia nacional en materia de seguridad tras el incremento de ataques armados y secuestros en distintas regiones del país. La medida busca reforzar la capacidad operativa de las fuerzas de seguridad frente a una crisis que afecta de manera directa a escuelas y comunidades civiles.
Tinubu ordenó a la policía y a las Fuerzas Armadas reclutar personal adicional. Como parte de esta estrategia, la policía incorporará 20 mil nuevos agentes, elevando su plantilla a 50 mil efectivos. Los campamentos del Cuerpo Nacional de Servicio Juvenil (NYSC) serán utilizados como centros de entrenamiento para los reclutas.
«Insto a la Asamblea Nacional a que comience a revisar nuestras leyes para permitir que los estados que requieren la policía estatal las establezcan», declaró Tinubu.
La decisión se da en un contexto de creciente inestabilidad. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) confirmó el secuestro de 402 personas —en su mayoría estudiantes— en los estados de Níger, Kebbi, Kwara y Borno desde el 17 de noviembre. Hasta ahora, solo 88 han sido liberadas o lograron escapar.
Por su parte, la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) denunció el secuestro de 227 estudiantes y docentes de una escuela católica en el estado de Níger.
Tinubu llamó a la población a no ceder al miedo y aseguró que el Gobierno «sigue comprometido con salvaguardar a los ciudadanos, garantizar la unidad nacional y apoyar a las fuerzas de seguridad para restablecer la paz».
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Fotografía: Redes












