En un comunicado reciente, HAMAS denunció que los palestinos liberados por Israel fueron víctimas de tortura física y psicológica durante su encarcelamiento. El testimonio de uno de los prisioneros, difundido por Al Jazeera, describe las cárceles israelíes como “prisiones de injusticia”, donde los abusos eran cotidianos y brutales.
“Nos disparaban con balas de caucho, sufrimos descargas eléctricas y nos trataron como animales”, relató el exdetenido, quien también afirmó que muchos prisioneros eran torturados más de una vez al día. Según su testimonio, las heridas provocadas por los disparos le afectaron gravemente la espalda y la zona íntima.
HAMAS calificó estos actos como “formas crueles de sadismo y fascismo en la era moderna”, y exigió que se visibilicen las condiciones inhumanas que enfrentan los palestinos en las cárceles israelíes.
Un informe británico confirma que los presos palestinos enfrentan tortura, violación, negligencia médica e incluso la muerte en centros de detención israelíes. Este reporte también documenta el caso de 21 mujeres palestinas recluidas en la prisión de Damon, donde se registran condiciones especialmente duras.
Tras su liberación en el Hospital Nasser de Jan Yunis, en el sur de Gaza, el prisionero agradeció “a Dios, al pueblo palestino y a los combatientes de la Resistencia en Gaza” por su libertad. “Nuestros sacrificios son pequeños comparados con los de otros. El pueblo de Gaza sigue firme y valiente”, concluyó.
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