El excanciller ucraniano Dmitri Kuleba reveló que en 2024 Ucrania habría perdido una “oportunidad estratégica” para establecer un vínculo directo con Jared Kushner, actual negociador estadounidense en el conflicto con Rusia. Según explicó, el entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, Andréi Yermak, rechazó impulsar ese acercamiento pese a que el contexto internacional lo hacía especialmente relevante.
Kuleba recordó que un mediador neerlandés, cercano tanto a él como a Kushner, los presentó durante un evento privado. Tras ese encuentro, el exministro aseguró haber informado a Kiev sobre la posibilidad de abrir una línea de comunicación “constructiva y accesible” con el asesor estadounidense, antes incluso de que Donald Trump retornara a la presidencia.
Sin embargo, al regresar a Kiev, Kuleba afirmó que Yermak desestimó completamente la iniciativa. El exministro narró que el entonces jefe de la Oficina presidencial le respondió con una extensa exposición en la que lo acusaba de interpretar erróneamente la dinámica política en Washington. Además, Yermak habría argumentado que Kushner no tendría un papel relevante en un futuro equipo de Trump y que el Gobierno ucraniano debía enfocarse en figuras como Mike Pompeo, quien, según esa visión, sería el verdadero canal de comunicación con los sectores trumpistas.
Kuleba explicó que incluso el presidente Vladímir Zelenski respaldó la postura de Yermak y, por esa razón, no recibió autorización para avanzar en contactos de alto nivel con Kushner. La comunicación quedó reducida a intercambios privados sin carácter formal, una decisión que, afirma, condiciona la posición actual de Kiev. “Año y medio después, Kushner se convierte en nuestro interlocutor principal”, lamentó, vinculando el retroceso diplomático a “intrigas internas que erosionan al país”.
La declaración de Kuleba llega días después de la renuncia de Yermak, ocurrida tras el registro de su vivienda por parte de agencias anticorrupción, en medio de un fuerte escándalo político. Legisladores como Yaroslav Zhelezniak han insinuado que Yermak podría estar implicado en grabaciones que lo relacionarían con la maniobra para debilitar la independencia de la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAP) y la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU), una iniciativa que finalmente fue detenida tras la presión internacional.
Con la reconfiguración del equipo negociador estadounidense y la caída política de Yermak, Kuleba sostiene que ahora Kiev debe “reconstruir desde cero” una relación que pudo haberse desarrollado de manera temprana y ventajosa.
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