La candidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Rixi Moncada, denunció una “trama electoral” que —según afirma— permitió la adulteración de resultados mediante actas infladas tras la eliminación de la validación biométrica, una decisión aprobada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) apenas unas horas antes de los comicios.
Moncada presentó un análisis técnico que, asegura, revela la magnitud del fraude y la responsabilidad del bipartidismo hondureño. Su equipo identificó 2,859 actas sin validación biométrica, equivalentes al 25.35% del total, cada una con un promedio de 217 votos, y con irregularidades que alcanzan hasta 100 votos añadidos por encima del registro legítimo.
Según la candidata, el Partido Nacional concentra 1,588 actas sin biométrico —que suman 326,285 votos irregulares—, mientras que el Partido Liberal acumula 1,041 actas, equivalentes a 217,193 votos. LIBRE, en contraste, registra solo 204 actas en esta condición. En conjunto, el bipartidismo suma 543,478 votos publicados como válidos sin registro de huella.
“La eliminación de la validación biométrica habilita la suma de actas infladas, especialmente en el nivel presidencial”, afirmó Moncada. Adelantó que su partido exigirá la revisión de cada una de estas actas durante el periodo de 30 días del escrutinio general definitivo. “Vamos a hacer uso de todos los recursos legales; vamos a exigir que se respete estrictamente la voluntad popular”, dijo.
Señala injerencia de Donald Trump
A la denuncia de fraude, Moncada sumó un señalamiento directo contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien acusó de “injerencia extranjera imperial”. Recordó que, a pocas horas de las elecciones, Trump anunció el “perdón absoluto” al expresidente Juan Orlando Hernández —sentenciado en EE.UU. por narcotráfico—, un mensaje que calificó como un intento de influir en el electorado hondureño.
La candidata afirmó que Trump la atacó públicamente, calificándola de “comunista” y asegurando que la “gente inteligente de Honduras la rechazaría”. Para Moncada, estas declaraciones constituyeron una presión política directa sobre el proceso electoral.
“El pueblo hondureño que me conoce sabe que estaré siempre de su lado. No me rindo. Mantengo mis posiciones y mis valores en defensa de mi patria libre, de la soberanía popular y de la no injerencia”, expresó.
Moncada aseguró que la elección “no está perdida” y llamó a la militancia a defender el voto de forma pacífica. Rechazó de manera categórica a los candidatos del “bloque oligárquico”, a quienes acusó de proteger intereses que concentran el 80% de la riqueza nacional y perpetúan un modelo de corrupción e impunidad.
La candidata reiteró su compromiso con la democratización económica, la defensa de los bienes públicos, la gratuidad de la educación y la salud, y la lucha contra los monopolios de los grupos que —según dijo— han oprimido históricamente a Honduras.
Mientras avanzan los días del escrutinio definitivo, LIBRE prepara impugnaciones y exigirá que cada acta sin biometría sea revisada. El país, nuevamente, enfrenta un clima de tensión postelectoral marcado por denuncias de fraude, confrontación política e incertidumbre sobre la validez del resultado final.
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