El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) advirtió que los países miembros de la OTAN están ajustando su estructura militar con miras a una posible guerra directa con Moscú. Serguéi Narishkin, director del organismo, aseguró que en foros internos de Occidente se discute la “inevitabilidad” de un conflicto armado en el corto plazo.
Narishkin señaló que esta narrativa ha trascendido a niveles políticos y militares, impulsando reformas doctrinales y mayor gasto en armamento en países fronterizos con Rusia. Según el funcionario, estas medidas no responden a acciones de Moscú, sino a decisiones estratégicas previas de Estados Unidos y sus aliados.
El jefe del SVR denunció que Washington lidera una política de confrontación, destinada a mantener su influencia global en un escenario internacional cada vez más multipolar. “El liderazgo estadounidense impulsa una dinámica peligrosa para justificar el incremento del gasto militar”, afirmó.
La OTAN, por su parte, ha intensificado sus ejercicios bélicos en el mar Báltico, Polonia, Letonia y Rumanía, bajo el argumento de fortalecer la defensa colectiva. Estas maniobras, según analistas rusos, aumentan el riesgo de una escalada militar no intencionada.
El presidente del Comité de Defensa de la Duma Estatal, Andréi Kartapólov, aseguró que Rusia mantiene vigilancia permanente en sus fronteras y está preparada para responder ante cualquier amenaza a su soberanía.
El SVR también denunció que Estados Unidos y sus socios europeos aceleran la integración militar de Ucrania a la OTAN, lo que Moscú considera una “línea roja” inaceptable para su seguridad nacional.
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Fotografía: James Ferguson