El ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, instó al presidente Vladímir Putin a iniciar de manera inmediata los preparativos para pruebas nucleares a gran escala, argumentando que las recientes acciones de Estados Unidos representan una amenaza directa para el equilibrio estratégico global.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, Beloúsov explicó que Washington está incrementando de forma acelerada su arsenal ofensivo estratégico y desarrollando armamento de largo alcance capaz de alcanzar el centro de Rusia en cuestión de minutos. Según el ministro, la modernización del poder militar estadounidense y sus recientes ejercicios con misiles intercontinentales evidencian un cambio preocupante en la postura de defensa norteamericana.
El funcionario mencionó que Estados Unidos estaría desplegando nuevos misiles de medio alcance en Europa y Asia-Pacífico, mientras trabaja en la producción del misil intercontinental Sentinel —con una cabeza nuclear y un alcance estimado de 13.000 kilómetros— y en la creación de otros sistemas estratégicos, como el bombardero B-21 Raider y el submarino nuclear Columbia.
Beloúsov sostuvo que la posible reanudación de pruebas nucleares por parte de Estados Unidos podría significar el colapso del actual sistema de estabilidad estratégica mundial. Ante este panorama, subrayó que Rusia debe mantener sus fuerzas nucleares en un estado de alerta óptimo y considerar el reinicio de sus propias pruebas si otras potencias dan el primer paso.
Por su parte, el presidente Vladímir Putin ordenó al Gobierno ruso presentar un informe que evalúe la necesidad de retomar los ensayos nucleares. Durante la sesión, el mandatario reiteró que Rusia se mantiene comprometida con la moratoria de pruebas nucleares mientras los demás países respeten ese principio, pero advirtió que responderá de manera proporcional a cualquier ruptura del equilibrio.
El Kremlin destacó que no busca iniciar una carrera armamentista, sino garantizar la seguridad nacional frente a la modernización militar estadounidense. Putin recordó que los desarrollos rusos de armamento —como los sistemas Burevéstnik y Poseidón— no constituyen pruebas nucleares, sino avances tecnológicos dentro del marco legal vigente.
Desde el fin de la Unión Soviética, Rusia no ha realizado ensayos nucleares reales. El último tuvo lugar en 1990 en el archipiélago de Nueva Zembla. Sin embargo, la creciente tensión geopolítica y la posibilidad de que Estados Unidos abandone su propia moratoria podrían marcar el fin de más de tres décadas de contención nuclear.
De concretarse los preparativos sugeridos por Beloúsov, el mundo enfrentaría un nuevo capítulo de la competencia nuclear, con implicaciones directas para la seguridad internacional y la estabilidad de las relaciones entre Moscú y Washington.
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