Rusia llevó a cabo un ejercicio estratégico con armamento nuclear, el cual incluyó lanzamientos de misiles desde diversas plataformas, justo después de que se aplazara una reunión entre los presidentes Vladimir Putin y Donald Trump.
Las maniobras fueron supervisadas directamente por el jefe del Estado Mayor ruso, el general Valery Gerasimov, quien reportó al presidente Putin los detalles del operativo. Durante el ejercicio se realizaron lanzamientos desde sistemas terrestres, submarinos y aéreos, utilizando misiles balísticos intercontinentales, los cuales tienen la capacidad de alcanzar objetivos a larga distancia.
El ejercicio coincidió con un momento de pausa en los esfuerzos diplomáticos entre Moscú y Washington. Días atrás, ambos líderes habían acordado una futura cumbre en Hungría para abordar el conflicto en Ucrania, pero la Casa Blanca informó que, por ahora, no hay planes concretos para ese encuentro.
Según lo que se dio a conocer, Donald Trump expresó que no considera productivo sostener una reunión sin resultados sustanciales, postura que, según autoridades rusas, es compartida por el Kremlin, que también considera que un evento de ese nivel requiere una preparación técnica y política adecuada.
Pese al aplazamiento, Moscú aclaró que los preparativos continúan y que la cumbre no ha sido cancelada oficialmente. Por su parte, un funcionario estadounidense señaló que el enfoque actual de Washington está en la próxima visita del mandatario a Asia.
Cabe destacar que la OTAN también ha llevado a cabo recientemente ejercicios de disuasión nuclear, lo que algunos analistas interpretan como un factor que contribuye a elevar la tensión en la región.
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