Beijing, 2 de septiembre de 2025 — En un movimiento que redefine el tablero geopolítico global, Rusia y China firmaron 22 acuerdos estratégicos de cooperación durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Estos pactos abarcan sectores clave como energía, tecnología, ciencia, defensa, comercio y medios de comunicación, consolidando una alianza que desafía de manera directa la hegemonía de Estados Unidos y sus aliados.
Los acuerdos más relevantes
Entre los pactos destacan:
- Gasoducto Power of Siberia 2: un megaproyecto que conectará Siberia con China a través de Mongolia, asegurando suministro energético para las próximas décadas.
- Cooperación nuclear pacífica: Rosatom y la Agencia Nacional de Energía Atómica de China firmaron un acuerdo para impulsar proyectos conjuntos de investigación y desarrollo.
- Alianzas tecnológicas y aeroespaciales: se acordó fortalecer la cooperación en inteligencia artificial, exploración espacial y sistemas de comunicación avanzada, con el objetivo de reducir la dependencia de infraestructura controlada por Occidente.
- Medios y educación: ambos países también crearán programas conjuntos para intercambio cultural, formación científica y producción mediática, buscando construir una narrativa alternativa a la dominada por potencias occidentales.
Xi y Putin marcan rumbo multipolar
Durante la firma, el presidente Xi Jinping destacó que “las reglas de unos pocos no deben imponerse a otros”, defendiendo un modelo de cooperación soberana y equitativa. Por su parte, el mandatario ruso Vladimir Putin aseguró que las relaciones bilaterales atraviesan un momento “sin precedentes” y subrayó que ambos países comparten una visión común de un mundo multipolar donde Occidente ya no es el centro de poder.
Más que economía: un mensaje político
El fortalecimiento del eje Moscú-Pekín trasciende el ámbito comercial. Los acuerdos envían un mensaje directo a Washington y Bruselas, al profundizar la integración entre dos potencias que ya comparten foros estratégicos como los BRICS, la OCS y el G20.
Además, se estudia la eliminación progresiva de visados y el uso de monedas nacionales en las transacciones bilaterales, un paso más hacia la desdolarización de sus economías.
Impacto para América Latina
Para los países latinoamericanos, estos acuerdos representan nuevas oportunidades y riesgos. Por un lado, abren la puerta a inversiones en energía, infraestructura y tecnología. Por otro, refuerzan la idea de que el mundo avanza hacia un sistema internacional más fragmentado, donde la neutralidad será cada vez más difícil.
Un eje que redefine el orden global
La firma de estos 22 acuerdos históricos confirma que Rusia y China buscan reposicionarse como líderes de un nuevo orden internacional. Para el bloque occidental, esto representa un desafío sin precedentes; para el Sur Global, es una invitación a repensar sus alianzas.
En un mundo donde las tensiones entre Washington, Moscú y Pekín escalan, el mensaje es claro: la era de la unipolaridad ha terminado.