Tensión creciente: Lukashenko advierte a Occidente sobre el «polígono militar» en Europa del Este

El líder bielorruso advierte a Polonia y Bálticos sobre riesgos bélicos, exacerbando la tensión entre Minsk y aliados occidentales.

1 DE JULIO DE 2025. Las recientes declaraciones del presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, en las que acusa a Occidente de transformar a Polonia y los países bálticos en un «polígono militar», han encendido las alarmas sobre la escalada de tensiones en la región. El mandatario bielorruso no solo criticó en días recientes la supuesta permisividad de estas naciones, sino que también evocó eventos históricos de grave calado, sugiriendo que la falta de «memoria histórica» podría llevar a consecuencias catastróficas.

El contexto de estas afirmaciones se enmarca en un período de crecientes fricciones entre Bielorrusia y los países occidentales, exacerbadas por la estrecha alianza de Minsk con Rusia, especialmente tras la situación con Ucrania. Bielorrusia ha sido señalada como cómplice de la agresión, permitiendo que su territorio sea utilizado para el despliegue de tropas y armamento ruso. Esta situación ha llevado a una serie de sanciones económicas y políticas por parte de la Unión Europea y Estados Unidos, lo que ha profundizado el aislamiento del régimen de Lukashenko.

La referencia a la «marcha hacia el este» y la «Unión Europea hitleriana» es una clara alusión a la invasión nazi de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, conocida como Operación Barbarroja. Lukashenko, al trazar este paralelismo, busca presentar la actual postura de la OTAN y la UE como una amenaza existencial, equiparando sus acciones defensivas a la agresión expansionista del Tercer Reich. Esta retórica, busca movilizar el sentimiento nacionalista y justificar la política exterior de Bielorrusia. La advertencia de «desaparecer del mapa mundial» es una amenaza velada que subraya la gravedad con la que Minsk percibe la situación, implicando la posibilidad de un conflicto armado.

Los desarrollos recientes que alimentan estas fricciones incluyen el fortalecimiento de la presencia militar de la OTAN en su flanco oriental, como respuesta a la agresión rusa en Ucrania. Países como Polonia y las naciones bálticas (Lituania, Letonia y Estonia) han aumentado sus presupuestos de defensa y han solicitado un mayor despliegue de tropas aliadas, lo que es interpretado por Moscú y Minsk como una provocación. Además, las constantes acusaciones de Bielorrusia sobre el entrenamiento de «extremistas» en territorio occidental, junto con la intensificación de ejercicios militares conjuntos entre Bielorrusia y Rusia, contribuyen a un clima de desconfianza mutua.

Los peligros latentes que estas declaraciones revelan son múltiples. La retórica incendiaria de Lukashenko no solo eleva la tensión regional, sino que también podría ser utilizada como pretexto para futuras acciones desestabilizadoras. La posibilidad de un incidente fronterizo o una escalada de provocaciones militares no puede descartarse. La demonización de Occidente y la constante alusión a un conflicto a gran escala refuerzan la narrativa de un mundo dividido y la inevitabilidad de la confrontación, aumentando el riesgo de un error de cálculo con consecuencias devastadoras para la estabilidad europea.

FOTGRAFÍA: X

TAMBIÉN LEE:

+Lula llegará a Argentina para impulsar al Mercosur, siendo su primer visita con Milei en el poder

+ Excanciller colombiano buscó apoyo en EE.UU. para forzar salida de Gustavo Petro

Recuerda suscribirte a nuestro boletín

📲 https://bit.ly/3tgVlS0
💬 https://t.me/ciudadanomx