29 DE JULIO DE 2025 – En un avance significativo para la estabilidad regional, Camboya y Tailandia han acordado un cese al fuego, que entró en vigor en las primeras horas de este martes, poniendo fin a lo que han sido descritos como «los choques más letales en más de una década» entre ambas naciones. Este acuerdo marca un paso crucial hacia la desescalada de un conflicto que ha cobrado un alto precio humano y social.
Los cinco días de combates previos al acuerdo fueron particularmente brutales. Al menos 38 personas perdieron la vida, en su mayoría civiles, en enfrentamientos a lo largo de la extensa frontera de 800 kilómetros que comparten ambos países. La violencia también provocó el desplazamiento de aproximadamente 300 mil personas, generando una crisis humanitaria y obligando a miles a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
Crisis Humanitaria y Origen del Conflicto
Las hostilidades se desencadenaron el pasado 24 de julio, tras la difusión de informes sobre la muerte de un soldado camboyano en mayo, presuntamente a manos de fuerzas tailandesas. Aunque los detalles específicos de este incidente aún son objeto de investigación, la noticia avivó las tensiones latentes en la disputada zona fronteriza, llevando a una rápida escalada militar.
El cese al fuego fue logrado gracias a intensas negociaciones que tuvieron lugar en Malasia. El primer ministro malayo, Anwar Ibrahim, actuó como anfitrión de estas cruciales conversaciones, facilitando el diálogo entre ambas partes. Contó con el apoyo activo de Estados Unidos y China, naciones que han instado a la calma y la resolución pacífica del conflicto.
Durante las reuniones, tanto el primer ministro tailandés, Phumtham Wechayachai, como el primer ministro de Camboya, Hun Manet, se comprometieron a detener las hostilidades y a establecer los mecanismos necesarios para asegurar la efectividad del cese al fuego, sentando las bases para futuras pláticas de paz.
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