TORRE-PACHECO, ESPAÑA, 16 DE JULIO 2025.– Las tensiones sociales en Torre-Pacheco, Murcia, han alcanzado un nuevo punto álgido tras la detención, este ayer martes, de José Manuel Delgado, líder local del grupo de extrema derecha “Deport Them Now”. Delgado y otros tres miembros de esta célula fueron arrestados bajo cargos de incitación al odio, organización de disturbios y coacción, tras una serie de altercados registrados desde el pasado 9 de julio en diversos barrios del municipio.
El 9 de julio, un español de la tercera edad fue entrevistado por medios de comunicación, en la calle, tras ser agredido por tres jóvenes magrebíes sin motivo alguno, lo que activó la respuesta de la célula antiinmigrante «Deport them Now», que dispone de canales de comunicación vía Telegram.
La situación comenzó a deteriorarse a raíz de un enfrentamiento entre jóvenes de origen magrebí y militantes de «Deport Them Now» a las puertas de un centro social, desencadenando jornadas de tensión: denuncias cruzadas de agresión, videos de insultos viralizados en redes y pintadas xenófobas en distintos puntos de la localidad. En respuesta, el grupo ultraderechista convocó movilizaciones contra la “inmigración ilegal”, mientras que asociaciones vecinales y ONGs han llamado a la convivencia y al diálogo.
La detención de Delgado ha generado reacciones encontradas. El alcalde de Torre-Pacheco, Pedro Carreño, ha pedido “calma y responsabilidad”, declarando: “Debemos rechazar cualquier forma de racismo y extremismo; Torre-Pacheco es una ciudad plural y de respeto”. Carreño anunció además un refuerzo en la presencia policial y la puesta en marcha de mesas de mediación multicultural.
El tratamiento mediático ha diferido notablemente. Algunos medios nacionales, como El Mundo y ABC, destacan los disturbios vinculándolos con la “presión migratoria” y el aumento de la inseguridad, mientras que otros, como El País y Público, subrayan el papel de los grupos de extrema derecha y la respuesta solidaria de parte de la ciudadanía local.
El barrio de Las Torres permanece bajo vigilancia especial y hasta el momento, van ocho detenidos por los disturbios. Tanto residentes españoles como magrebíes han mostrado preocupación por el auge de la radicalización y apelan al apoyo institucional para evitar una escalada mayor.
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