Tesla reportó una baja del 12% en sus ingresos trimestrales, la más pronunciada en más de una década, en medio de un entorno marcado por la competencia global de autos eléctricos más asequibles y el creciente rechazo hacia Elon Musk por sus posturas políticas.
Entre abril y junio de 2025, los ingresos de la empresa cayeron a 22 mil 500 millones de dólares, frente a los 25 mil 500 millones del mismo periodo del año anterior, según su informe financiero. A pesar de las expectativas del mercado, Tesla no logró alcanzar los 22 mil 740 millones de dólares proyectados por analistas de la firma LSEG.
Ni el relanzamiento de su SUV Modelo Y logró frenar el descenso, a pesar de que era una de las apuestas más esperadas por los inversionistas para reactivar la demanda.
En un intento por recuperar terreno, Tesla anunció que en junio comenzó la producción de las primeras unidades de su nuevo modelo económico, con la promesa de lanzar la producción en masa durante la segunda mitad del año. Sin embargo, la empresa no actualizó su meta anual de entregas, que había sido retirada desde abril por «problemas económicos».
Analistas consideran que este vehículo asequible podría revitalizar las ventas, aunque las dudas persisten sobre la capacidad de Tesla para competir en un mercado donde el acceso a tecnología limpia depende del precio justo y no solo de la innovación.
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