El presidente Donald Trump descalificó duramente la intención de Elon Musk de fundar un nuevo partido político, calificando al empresario como “fuera de control”. La declaración encendió la polémica y tuvo un efecto inmediato en los mercados financieros: las acciones de Tesla cayeron más de un 7 % tras conocerse el anuncio.
La formación del llamado «America Party», anunciada por Musk a través de su red social X, busca ofrecer una alternativa al sistema bipartidista estadounidense. Sin embargo, Trump rechazó la idea de inmediato, asegurando que los partidos independientes solo generan caos político y no tienen futuro en el país.
Tesla, golpeada por la incursión política de su CEO
La respuesta del mercado no tardó en llegar. Tesla sufrió una de sus mayores pérdidas bursátiles recientes, arrastrando su valor más de un 7,6 % en la sesión previa a la apertura del lunes. Analistas e inversionistas expresaron preocupación por la creciente exposición política de Musk, especialmente tras su reciente renuncia a un cargo clave en el gobierno federal.
Para expertos como Neil Wilson, el problema no es solo político: el temor es que Musk desvíe su atención de la dirección de Tesla en un momento en que la empresa enfrenta competencia creciente y una caída sostenida en ventas.
Choque frontal con Trump
Trump, actualmente en la Casa Blanca, se pronunció con firmeza desde su plataforma Truth Social. Consideró que Musk ha perdido el rumbo en las últimas semanas y sugirió que su malestar se debe a la reciente eliminación de beneficios fiscales para vehículos eléctricos, medida incluida en la nueva ley de política interior impulsada desde su administración.
También se refirió a otros motivos de fricción, como la decisión de retirar la nominación de Jared Isaacman —empresario del sector espacial y amigo cercano de Musk— para dirigir la NASA, debido a antiguas donaciones a figuras del Partido Demócrata.
De aliados a rivales
La relación entre Musk y Trump fue estrecha en el pasado. Musk respaldó con fuerza la campaña presidencial de Trump, y a cambio, obtuvo un puesto de alto perfil en el gobierno, desde donde lideró ajustes drásticos en la estructura federal. Pero todo se fracturó con la aprobación del paquete legislativo que Musk calificó como “una abominación”, debido al impacto que tendría sobre la deuda pública.
En respuesta, el empresario amenazó con financiar campañas en contra de los republicanos que votaron a favor de la ley. Aunque no ha confirmado si se postulará a un cargo, sí dejó claro que su prioridad en los próximos 12 meses estará en el Congreso.
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