En una extensa conversación con el medio estadounidense Politico, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a plantear la posibilidad de expandir operaciones militares antidroga hacia México y Colombia, una propuesta que se suma a su reciente endurecimiento de postura en temas de seguridad internacional.
De acuerdo con lo expresado en la entrevista, el mandatario sostuvo que su Gobierno analiza distintos escenarios para neutralizar a organizaciones criminales latinoamericanas, y dejó ver que estas acciones podrían incluir operativos directos fuera del territorio estadounidense. Aunque evitó detallar planes concretos, Trump sugirió que México y Colombia figuran entre los países que su administración considera estratégicos para tales intervenciones, bajo el argumento de la actividad delictiva transnacional.
Los señalamientos del presidente se dieron en un contexto de crecientes tensiones con Venezuela, país al que recientemente ha señalado como prioridad dentro de sus objetivos de seguridad. Trump reiteró que su Gobierno no descarta opciones militares contra grupos criminales asentados en territorio venezolano, insistiendo en que su equipo mantiene abiertas todas las posibilidades sobre la mesa.
La entrevista también abordó su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, presentada la semana pasada. Este documento establece una serie de objetivos que buscan reconfigurar la proyección internacional de Estados Unidos, con énfasis en reforzar la influencia en el hemisferio occidental. Asimismo, plantea presiones sobre Europa para modificar su rumbo político, advertencia que el presidente acompañó con una crítica directa hacia diversos líderes europeos, a quienes consideró incapaces de responder con firmeza a los desafíos actuales.
En el marco europeo, Trump insistió nuevamente en que Ucrania debe realizar elecciones, afirmando que el conflicto con Rusia ha llegado a un punto en el que considera necesaria una reconfiguración política interna en ese país. También habló sobre su reciente encuentro con el primer ministro húngaro Viktor Orbán, del que señaló que no implicó compromisos financieros, pese a la cercanía política entre ambos.
Para América Latina, la mención más polémica surgió cuando Trump fue cuestionado sobre una eventual intervención contra redes del narcotráfico en países con alta actividad criminal, incluyendo México y Colombia. En su respuesta, dejó claro que contempla esa posibilidad como parte de una estrategia más amplia contra el crimen organizado.
Las declaraciones ocurren mientras altos funcionarios de su Gobierno se preparan para ofrecer informes a legisladores estadounidenses sobre las tensiones regionales y las perspectivas de seguridad. La combinación de advertencias, disposición a aumentar la presión militar y redefinición de prioridades deja ver que la administración Trump busca consolidar un papel más agresivo en los asuntos hemisféricos, con posibles repercusiones en México y otras naciones vecinas.
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