El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró con entusiasmo la reciente aprobación provisional de un nuevo mapa electoral en Texas, una medida que podría fortalecer significativamente la representación republicana en la Cámara Baja del Congreso en las elecciones intermedias de 2026.
Desde su plataforma Truth Social, el mandatario expresó su satisfacción por este avance legislativo, destacando que Texas sigue siendo un bastión sólido del conservadurismo. Según su interpretación, la redistribución permitiría sumar al menos cinco escaños adicionales para los republicanos, consolidando su dominio en la Cámara de Representantes.
Trump también mencionó que otros estados estratégicos, como Florida e Indiana, estarían explorando adoptar medidas similares, lo que revela una estrategia nacional del oficialismo para mantener el control legislativo en el Congreso federal.
El presidente considera que esta medida no solo refuerza la posición del Partido Republicano, sino que también impulsará políticas clave como la reducción de la criminalidad, el fortalecimiento económico y la defensa de la Segunda Enmienda, que protege el derecho a portar armas.
En el marco de esta reconfiguración política, Trump reiteró su rechazo al voto por correo, al que acusa de ser un mecanismo propenso al fraude, y anunció que planea firmar una orden ejecutiva para eliminar tanto el voto por correo como el uso de máquinas de votación electrónicas en las elecciones de medio término de 2026. El objetivo, afirmó, es garantizar mayor transparencia y legitimidad en el proceso electoral.
Por su parte, los legisladores demócratas han manifestado una firme oposición al nuevo mapa electoral, denunciando que la redistribución afecta negativamente a distritos con mayoría latina y afroamericana, aunque sin éxito debido a la mayoría republicana en la Cámara de Representantes de Texas.
Con esta nueva configuración, los republicanos podrían pasar de controlar 25 a 30 de los 38 escaños que le corresponden al estado en la Cámara Baja. Este avance fortalecería de forma considerable la influencia republicana en uno de los estados con mayor peso electoral del país.
De concretarse esta tendencia, las elecciones legislativas de noviembre de 2026 se perfilan como una cita decisiva para el futuro del Congreso y, posiblemente, para el rumbo de la presidencia republicana.
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