Aunque el presidente Donald Trump ha insistido públicamente en que su gobierno busca el fin de los conflictos en Medio Oriente por razones humanitarias, sus recientes declaraciones tras la publicación de una portada en Time dejan entrever que su prioridad podría haber sido otra: aparecer como protagonista en medios internacionales.
El mandatario reaccionó con molestia en su red Truth Social luego de que la revista Time publicara una portada con el titular “Su triunfo”, aludiendo al acuerdo de alto el fuego en Gaza promovido por su administración. En lugar de celebrar el enfoque editorial favorable que destacaba los esfuerzos diplomáticos de su equipo, Trump centró su queja en la imagen utilizada, calificándola de “pésima” y diciendo que parecía una corona flotante sobre su cabeza.

Más allá del tono sarcástico de su publicación, la crítica apunta a una imagen tomada desde un ángulo inferior, donde su rostro aparece iluminado por el sol. Para el presidente, la fotografía lo mostraba con el cabello distorsionado y sin presencia, un detalle que aparentemente eclipsó cualquier logro político retratado en el artículo.
La revista reconocía el papel de su administración en lograr un cese al fuego en Gaza, especialmente resaltando el trabajo de su enviado Steve Witkoff y del asesor Jared Kushner. Sin embargo, Trump no dedicó comentarios al contenido del reportaje. Su única preocupación fue su apariencia y la manera en que se le representó gráficamente, dejando en evidencia que el enfoque humanitario del que tanto ha hablado podría haber estado subordinado a su interés por la imagen pública.
Este episodio refuerza una constante en la figura de Trump: la búsqueda del protagonismo mediático, incluso en temas de política exterior tan sensibles como un conflicto armado. Si bien el acuerdo en Gaza representa un avance significativo, la reacción presidencial plantea dudas sobre las verdaderas motivaciones detrás de su diplomacia.
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