La administración de Donald Trump anunció una reorientación de su política exterior para fortalecer la hegemonía estadounidense en América Latina, marcando un giro respecto a su enfoque previo centrado en Asia, aunque manteniendo a China como su principal competidor.
Según la Estrategia Nacional de Seguridad publicada este viernes, Estados Unidos busca reajustar su presencia militar global, concentrándose en amenazas percibidas en el hemisferio occidental y alejándose de escenarios considerados menos relevantes para la seguridad nacional. La estrategia también plantea convertir el control de fronteras y la gestión de la migración masiva en prioridades centrales de la política interna y externa estadounidense.
Dentro de este plan, Trump introdujo lo que el documento denomina el «Corolario Trump» de la Doctrina Monroe, un marco para impedir que potencias extranjeras, tanto europeas como asiáticas, ganen influencia en la región. El presidente estadounidense enfatiza que la acción busca garantizar el acceso a recursos estratégicos y asegurar que los países latinoamericanos sean estables y gobernados de manera que desalienten la migración hacia Estados Unidos.
La estrategia también señala que Estados Unidos intervendrá activamente en países de interés, incluyendo acciones encubiertas en Venezuela y un seguimiento cercano de procesos políticos en naciones como Argentina y Honduras, con el objetivo de consolidar aliados y proteger recursos estratégicos como el Canal de Panamá.
En cuanto a seguridad, la administración planea incrementar la presencia militar y de la Guardia Costera, reforzando el control de rutas marítimas y fronterizas, así como la lucha contra el narcotráfico y otras amenazas transfronterizas. La estrategia resalta que la diplomacia comercial y los acuerdos recíprocos también serán herramientas clave para fortalecer la economía estadounidense mientras se expande su influencia regional.
Con este documento, Trump busca revivir prácticas intervencionistas históricas, estableciendo un marco de acción que combina seguridad, control migratorio y acceso a recursos estratégicos, reafirmando la visión de América First que guía su administración.
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