En un giro inesperado después de una campaña marcada por ataques mutuos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que recibirá este viernes en el Despacho Oval al alcalde electo de Nueva York, Zohran Mamdani. La reunión, solicitada por el equipo del demócrata, será el primer cara a cara entre ambos desde que Mamdani ganó la alcaldía a principios de mes.
Trump anunció el encuentro en su plataforma Truth Social, donde insistió en que fue Mamdani quien pidió la reunión, repitiendo además su intento de caricaturizar al alcalde electo con etiquetas ideológicas. Durante la campaña, Trump lo usó como blanco de ataques para vincular su agenda progresista al Partido Demócrata nacional y llegó a amenazar con retirar fondos federales si Mamdani ganaba.
La oficina del alcalde electo confirmó el encuentro y explicó que se trata de una práctica habitual entre administraciones entrantes. De acuerdo con su portavoz, la intención es abordar seguridad pública, estabilidad económica y el problema de asequibilidad que domina la vida de millones de neoyorquinos. Mamdani ha subrayado en distintos espacios que cumplirá su compromiso de hablar “con franqueza” sobre las causas del alto costo de vida, incluidas políticas federales que, a su juicio, han agravado la crisis urbana.
El demócrata, primer alcalde musulmán y de origen surasiático en la historia de la ciudad, llega a la reunión con un programa que propone medidas como congelar alquileres regulados, transporte público gratuito en autobús, supermercados municipales y aumentos de impuestos a los sectores de mayor ingreso. Su administración comenzará el 1 de enero.
Pese al ambiente hostil de meses recientes el encuentro podría ser el inicio de una distensión. Asesores citados en medios estadounidenses señalan que la reunión será una prueba de si ambos pueden reconducir diferencias en temas críticos como migración, fondos federales, seguridad y transporte. La ciudad depende en gran parte de recursos federales cuya continuidad y flexibilidad estarán en discusión. La reunión del viernes mostrará si existe margen real para un acuerdo entre dos figuras que representan polos opuestos del panorama político estadounidense.
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