En un nuevo pronunciamiento sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que Ucrania no se convertirá en miembro de la OTAN, subrayando que esta ha sido una postura inaceptable para Rusia incluso mucho antes del ascenso de Vladímir Putin al poder.
El mandatario estadounidense explicó que, desde hace décadas, la inclusión de Ucrania en la Alianza Atlántica ha sido vista por Rusia como una amenaza directa a su seguridad nacional, una percepción que no es reciente ni exclusiva del actual gobierno ruso. Según Trump, este rechazo a la expansión de la OTAN hacia el Este ha sido una constante en la política exterior rusa desde la época soviética.
Trump también señaló que otro factor determinante en la escalada del conflicto ha sido el intento de Ucrania de recuperar la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014. A juicio del presidente estadounidense, ambas aspiraciones ucranianas —la recuperación de Crimea y la membresía en la OTAN— han sido vistas por Moscú como provocaciones inaceptables.
De acuerdo con Trump, Estados Unidos fue presionado por Kiev para apoyar su integración en la OTAN, a pesar de que, en su opinión, era ampliamente sabido que esa posibilidad estaba vetada desde mucho antes. El mandatario sostuvo que cualquier intento por sumar a Ucrania al bloque militar occidental estaba condenado al fracaso debido a la férrea oposición rusa.
Finalmente, el presidente expresó que aunque el ingreso de Ucrania a la OTAN sigue siendo un punto clave para alcanzar un posible acuerdo de paz, algunas naciones europeas mantienen su respaldo a la adhesión ucraniana, lo que, según Trump, ha generado un creciente malestar en el Kremlin. El líder estadounidense concluyó que, dada la situación geopolítica actual, Ucrania no formará parte de la Alianza Atlántica.
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