El gobierno venezolano calificó de «ridícula cortina de humo» la reciente oferta de Estados Unidos, que pretende pagar 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto del presidente Nicolás Maduro. La propuesta, promovida por la administración de Donald Trump, fue vista en Caracas como una maniobra desesperada para desviar la atención de los problemas internos de Washington.
Desde el Palacio de Miraflores se tildó la medida de “operación propagandística”, destinada a alimentar el discurso de sectores radicales. El canciller venezolano Yván Gil respondió enérgicamente a las acusaciones lanzadas por la fiscal estadounidense Pamela Bondi, quien vinculó a Maduro con el narcotráfico y redes criminales. Gil no sólo desestimó las imputaciones, sino que también cuestionó el historial de Bondi, calificando su postura como una forma de encubrir “tramas terroristas” impulsadas desde Estados Unidos.
“La patética ‘recompensa’ de Pamela Bondi es la cortina de humo más ridícula que hemos visto”, declaró Gil a través de redes sociales. En su mensaje, acusó a Washington de recurrir al espectáculo para complacer a la ultraderecha venezolana.
El presidente Maduro también se pronunció, alertando sobre una «conspiración fascista financiada desde EE.UU.» que incluye a carteles del narcotráfico colombiano y grupos delincuenciales internos. Durante una reunión del Consejo Federal de Gobierno, Maduro denunció los intentos de desestabilización y llamó a reforzar los mecanismos de seguridad.
“El narcotráfico colombiano uribista, las bandas criminales y la conspiración fascista financiada desde Estados Unidos son una ecuación nefasta contra Venezuela”, sostuvo el mandatario.
A pesar de las tensiones, el gobierno de Venezuela aseguró haber logrado avances en materia de seguridad interna, aunque reconoce la existencia de sectores que buscan sabotear la paz. Caracas insiste en que las acusaciones de Washington carecen de fundamento y forman parte de una campaña sistemática de desprestigio e injerencia, en el marco de las sanciones económicas que EE.UU. mantiene sobre el país desde hace años.
Venezuela reafirmó su compromiso con la soberanía y exhortó a la comunidad internacional a rechazar las acciones injerencistas de Estados Unidos.
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Fotografía: Aandré Borges (Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela; Yván Gil)